Al final resulta que el feminismo sigue controlado por maromos más o menos blandengues (como siempre han existido), ya sea con el badajo a cuestas o sin él.
Conversaciones en el andamio: 155 al feminismo satifyer. Por Francisco Gómez Valencia

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Al final resulta que el feminismo sigue controlado por maromos más o menos blandengues (como siempre han existido), ya sea con el badajo a cuestas o sin él.