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La amiga Silvia desde Santander: Al menos, me quedan la lectura y mi imaginación

Es un día raro
Al menos, me quedan la lectura y mi imaginación

«Está todo fuera de sí…  Algunos pensamientos rebeldes en un cuerpo caprichoso.., al menos, me queda la lectura y mi imaginación»

Es un día raro.., de ésos que no sabes muy bien por dónde viene.. Creí que tenía todo controlado.. Soy mayor, no mucho.., lo que se dice madura.. Sé lo que quiero, lo que no , lo que me apetece, lo que me desagrada, lo que creo que nunca haría, lo que me queda por hacer…

Sin embargo, está todo fuera de sí.. Alma , materia gris , corazón… Y algunos pensamientos rebeldes en un cuerpo caprichoso.., al menos, me queda la lectura y mi imaginación:

“La seducción de los sentidos es tan penetrante, los caprichos de la imaginación son tan violentos, que el espíritu se forja un sueño lleno de deleites, transportes y éxtasis o, por lo menos, una novela de sensualidad viva y variada; luego, en la ocasión propia, el torrente contenido se desborda, rompiendo los diques de la ley y el deber”.

Hippolyte Taine

El jardín seco por Rick Deckard: Las mujeres kunoichi

Las kunoichi
Las kunoichi

 

Las kunoichi eran mujeres entrenadas desde su infancia en el asesinato y el espionaje.

 

«El cine y el manga tiende a retratarlas como personajes de acción, muy similares a sus contrapartidas masculinas, los shinobis (ninjas)»

El cine y el manga tiende a retratarlas como personajes de acción, muy similares a sus contrapartidas masculinas, los shinobis (ninjas). Si bien es cierto que recibían entrenamiento de combate, sus técnicas de campo eran habitualmente más sutiles: se las instruía para convertir objetos cotidianos en armas mortíferas, y eran expertas en el arte de la seducción y el envenenamiento.
Camufladas como monjas, prostitutas o cortesanas, usaban todas sus artes para granjearse el favor de hombres poderosos y obtener información valiosa para su clan, llegando incluso al matrimonio.

Rick