Asisto atónito en en este inicio de septiembre a al pérfido uso profesional de la cuantificación de los temas. De todas las cosas y hasta de las personas.

Oigo por ejemplo en los informativos a directores de colegios públicos que aseguran tener sesenta coma seis profesores para organizar las aulas.

Mientras, los políticos hablan sobre el déficit cero y se hacen públicas las últimas y desgarradoras cifras del paro: 51.185 personas más en agosto, y lo que es peor, 136.000 afiliados menos a la Seguridad Social.

Y leo las ecuaciones matemáticas de las  deudas de las Comunidades Autónomas y hasta los planes de Griñán para, en Andalucía, enchufar hasta la fijeza, a 30.000  devotos del PSOE que, por cierto tienen derecho como cualquiera a tener un trabajo fijo y bien remunerado, pero sin trampas, como esa ley del enchufismo que se han inventado en la Junta de Andalucía, para que se cuelen sin oposición como empleados públicos de la administración, los «parroquianos» del mismo color.

Qué lastima y que falta de humanidad. Así no hay manera de entender nada porque desde esta interesada cuantificación hasta la guerra de las cifras y su manipulación, no hay nada más que ese paso que los políticos, y los periodistas, dan a cada instante.

Ayer por ejemplo en los informativos de TVE dedican un minutito para hablar de los recortes de Cospedal para Castiilla La Mancha y asisto estupefacto a como manipulan, sin que se note, gracias precisamente a la cuantificación de la que hablo. Al «balancear la noticia» dedican el mismo espacio de tiempo al pro y al contra. Qué ético ¿no? Aparentemente si porque el arte de saber esconder la trampa en la sacrosanta objetividad es de máster profesional, pero de la manipulación y no del periodismo. Porque, qué pinta en esa noticia un representante sindical diciendo absolutamente nada. Pues eso, engañar el espíritu del periodismo, que se debe al sentido a las noticias, con el mamoneo político del equilibrio de los poderes en el Consejo de Administración. Pura patraña para el oficio.

¿Y que hay de los sentimientos de cada uno de los nuevos parados, por ejemplo? Qué pensará ese ciudadano que este mes se ha ido a inscribir a los registros numéricos del paro de los supuestos logros sociales socialistas que el P.P se va a cargar? ¿Es que acaso la caja de la Seguridad Social no es un imprescindible  avance social que el despilfarrador pone en peligro por su paradójico y propagandístico gasto social?

Por cierto, si la Justicia decide que no es legal la ley de enchufismo, ¿ las televisiones también recogerán opiniones sin sentido, para balancear, sobre «el diabólico plan de los jueces para incrementar el número de parados»?

Manuel Artero Rueda

Manuel Artero Rueda ha dedicado toda su vida profesional a la televisión en la empresa pública RTVE donde, en los últimos veinte años, y después de haber trabajado como ayudante de producción y realización. ha realizado su oficio de periodista como reportero en el programa Informe Semanal, para el que ha realizado mas de trescientos reportajes. Licenciado por la Universidad Complutense, es autor del libro "El reportaje para televisión un guiño a la noticia" , un práctico temario con el que ha impartido clases tanto en el Instituto Oficial de RTVE como en el máster de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos. Desde el ERE inventado por Zapatero para TVE, dedica su esfuerzo y trabajo esta "La Paseata" un sencillo blog personal que con el paso de los últimos años, se ha convertido en una modesta revista electrónica en la que colaboran un grupo de amigos a los que une el amor a España.

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