Me llaman la atención hoy las palabras del líder catalán Artur Mas que ha recurrido a dos expresiones internacionales para defender la discriminación positiva del catalán y la inmersión lingüística. Ha dicho :  «¿Por qué a los catalanes nos tienen que tocar las narices con nuestro idioma?» y que, para el Gobierno catalán y para CiU, «hay unas líneas rojas» que no piensan traspasar, entre ellas el modelo educativo de Cataluña».

Al menos es líder y defiende los intereses de lo suyos con valentía, y no como otros. Claramente también ha dicho que el actual gobierno catalán no piensa en acatar la Ley. Es decir que está dispuesto a traspasar una línea roja para no cruzar otra. Verdadera demencia que representa a un pueblo con peligro de enloquecer por sus trastornados líderes. Me recuerda, en definitiva, a Jack Nicholson en la película «Algunos hombres buenos».

Yo utilizaba la metáfora de la línea roja en mis clases especializadas sobre el reportaje informativo audiovisual. Me servía para profundizar en la ética necesaria a la hora de rodar para completar la historia y, sobre todo, entrevistar a los protagonistas. Y recordaba la película «Algunos hombres buenos» con interpretación magistral de Jack Nicholson en la que en el juicio del final, al declararse culpable decía:  «Yo desayuno a mil metros de quince mil soldados cubanos entrenados para matarme y no voy a consentir que ninguna boquita de Harvard con su amariconado uniforme blanco venga a decime como tengo que defender a mi país, ¿Está claro?».

Recuerdo también que hace ya cinco, o seis años, una de mis alumnas, recientemente licenciada en Barcelona, cometía cantidad de faltas de ortografía  al escribir en castellano. Hoy, a mi amiga que ya es una gran periodista,  no le cuesta expresarse en castellano porque trabaja en Madrid, pero me parece justo reconocer que ese ensayo social que llamamos inmersión lingüística, por su esencial «política de choque» arrincona nuestro idioma, y así,  muchos jóvenes catalanes que de mayores serán por ejemplo funcionarios de su comunidad o anestesistas,  perderán la lengua común por desuso. Mientras tanto su líder, el inefable Artur Mas, se desayuna rodeado de una población que no se siente catalana.  ¿No sabe que España,  Cataluña incluida, es un estado de derecho? Qué dolor.

Manuel Artero Rueda

Manuel Artero Rueda ha dedicado toda su vida profesional a la televisión en la empresa pública RTVE donde, en los últimos veinte años, y después de haber trabajado como ayudante de producción y realización. ha realizado su oficio de periodista como reportero en el programa Informe Semanal, para el que ha realizado mas de trescientos reportajes. Licenciado por la Universidad Complutense, es autor del libro "El reportaje para televisión un guiño a la noticia" , un práctico temario con el que ha impartido clases tanto en el Instituto Oficial de RTVE como en el máster de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos. Desde el ERE inventado por Zapatero para TVE, dedica su esfuerzo y trabajo esta "La Paseata" un sencillo blog personal que con el paso de los últimos años, se ha convertido en una modesta revista electrónica en la que colaboran un grupo de amigos a los que une el amor a España.

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