De aquí al 2o N falta mucho. Un calvario de sentimientos, frustraciones y cabreos. Sapos y culebras atizados por el poder que conseguirán el desasosiego de las ideas de aquellos que se creen a «pies juntilla» las mentiras electorales. !A ver cómo llegamos! Hoy, de momento, y después de ocho años del gobierno del incompetente sin formación rodeado de una pandilla de amigos sectarios, España queda perfectamente reflejada en la foto:
Pero hoy no me preocupa la economía ni tan siquiera la desgracia infinita de los cinco millones de parados, o el penúltimo regate que han hecho Zapatero y Salgado en Bruselas. No doy importancia que el PSOE acabe de responsabilizar a la extrema derecha, que azuza desde la primera legislatura de Zapatero, del sabotaje de su página web aunque, sabe muy bien que existe Anonymus.
Me preocupan, sobre todo, mis amigos, unos de izquierda y otros de derecha, porque percibo que las posturas enfrentadas llegaran, con la proximidad del horizonte electoral, al enfrentamiento pasional, diseñado por esas agencias publicitarias de las comisiones electorales, a las que no les da repugnancia utilizar la sangre caliente para ganar el encuentro.
Es la espuma de los días, que tituló el genial Boris Vian, que con el transcurso de los días, las horas y hasta los minutos, se va a transformar en un poderoso tsunami de baba y odio, alimentado por todo tipo de falsarios dispuestos a bailar con la mas maquillada, sin importarles que esté muerta.
Me lo ha recordado un viejo compañero de TVE en una comunicación a este humilde Blog. Se llama Javier Sandoval. Le recuerdo hace muchos años en un gran programa, a todo color, para el que trabajamos los dos. «Tu vales mucho Nena» que inventó y dirigió el genial periodista, intelectual y polifácetico, Fernando García Tola y que presentaba la genial Carmen Maura. Yo entonces era auxiliar de producción y a Sandoval le sitúo, ya entonces, entre el grupo de elegidos para la gloria, de la que todavía forma parte. Una tarde de grabación, en el estudio 1 no cabía un alfiler. Además de los invitados lo llenaban todos los profesionales de la vieja casa. El motivo era la vista de la cantante Grace Jones. Una primicia de ébano para España.
En el taller de Atrezzo habían inventado para la ocasión una mesa de metacrilato que jugaba de «prima donna» en el decorado del plató. Y en directo, aquella tarde, en el momento de la actuación, todos nos quedamos atónitos cuando la cantante se subió en la mesa para mover como nadie su musculoso cuerpo. Aquello no estaba en el guión. Y por eso, todos mirábamos la mesa. Creíamos que se rompería sin aguantar el envite. Todos, por segundos, nos preocupamos por el show, todos menos Javier Sandoval en el que me fijé, durante unos instantes y comprobé que tan solo disfrutaba de los movimientos salvajes de la Jones.
¿A ver ahora, treinta años después qué miramos todos en estos días electorales ? Estoy seguro que será difícil disfrutar del espectáculo que nos van a proporcionar nuestros nefastos políticos. Pero como Sandoval hizo aquella tarde, creo que debemos fijarnos en el show. Porque, de nuevo, la mesa se está a punto de romper.
Muchas gracias por la semblanza y por la reflexión. Me acuerdo a menudo de Fernando G. Tola y su ingenio siempre acerado. También su buen corazón. Un gran abrazo
Hay días en los que lo haces bien y otros en los que lo haces mejor. En rima con tu ilustre apellido, enormemente CERTERO. Abrazos, los que se dan a los elegidos.