Aunque el abismo de la deuda es gigante y la situación económica española es aterradora, quizás lo mas grave de la huelga general decretada por los sindicatos subvencionados CCOO y UGT, en el día de ayer, no sean los cerca tres o cuatro mil millones de euros que España ha perdido. El valor del dinero en efectivo que ha costado la fiesta de las izquierdas es poca cosa en relación al carísimo coste simbólico y de publicidad que todos hemos perdido ayer, y que en el mercado del siglo XXI cotiza mas que el oro y la plata juntos. El verbo es Helenizar. Las imágenes de la violencia de los piquetes decimonónicos, que mal que nos pese a todos, protagonizan la prensa internacional están relacionadas con el incremento de la prima de riesgo, la desconfianza y, en definitiva, el paro. El PSOE juega con fuego con su toma de la calle y el problema no es que se queme, sino que nos quememos todos.
En la actualidad es incongruente el ver a los piqueteros gritando lemas proletarios mientras rompen las bolsas de la basura y esparcen por las calles las raspas del pescado. Para los Vecinos se trata sencillamente de una guarrada de guarros. Y amenazar a los autónomos para que cierren sus negocios mientras les increpa de fascista para arriba es de violentos desfasados. Un anacronismo que debe desaparecer. Creo que la detención del actor Willy Toledo es toda una metáfora de la huelga general y de su posterior guerra de cifras y vuelta a la normalidad. Haya sido o no el actor el responsable del piquete que agredió, lo cierto es que a un pequeño empresario un piquete de sindicalistas subvencionados le rompieron el local mientras le insultaban. Y eso es de fascistas.
Yo diría más bien delincuentes pagados con mis impuestos… Son las 11:30 y Rajoy aún no ha eliminado el 100% de las subvenciones a los sindicatos que amparan delincuentes, ni les ha pasado la factura por los desperfectos de ayer. Estamos haciendo un caldito estupendo para tener otro 36.
Formamos parte de una extraña nación en que los delincuentes van a la huelga. Y digo lo de delincuentes con pleno sentido, pues es propio de delincuentes montar una huelga, porque les han reducido el montante de la subvención.
Me sorprendo de que os rajéis la camisa pidiendo que supriman las subvenciones a los sindicatos pero no decís nada de las que reciben los obispos. ¿Qué pasa? Y esos sí que son una degenerada tribu de pícaros y bribones.