Mi vecino socialista me cuenta esta mañana que la confiscación del petróleo que ha efectuado Argentina al mando de la nueva montonera Kirchner y su alfil Kiciloff es algo así como una auténtica pica en Flandes. Que, a partir de aquí, los pueblos soberanos de Latinoamérica comenzarán a desmarcarse del capitalismo salvaje, los apestosos yankis, «váyanse al carajo cien veces», como dijo Hugo Chávez en un discurso oficial, y la especulación que hunde al proletariado.
Mi vecino se llama Tomás. Es algo mayor que yo y confiesa sin complejos que volvería a votar a Zapatero y, antes de comenzar la conversación sobre Repsol sin YPF, me ha comunicado que le parece bien que Griñán en Andalucía haya derivado un millón de euros para la ONG, ligada a la Sexta, que preside Pilar Goya, la mujer de Rubalcaba. Yo le contesto con educación pero me callo el viejo refrán de «que todo queda en casa». Y es que, en el barrio todos sabemos que casualmente, las dos hijas de Tomás están colocadas, con buen sueldo, por las influencias de la UGT y el poder de los socialistas. Enchufadas, vamos, una cuestión a la que no prestamos demasiada atención, esa es la verdad, porque en mi calle todos sabemos que los del Partido Popular hacen lo mismo.
Tomás me demuestra con sus palabras que está informado y cuando le rebato sus tesis revolucionarias de manual castrista me contesta que los números son iguales para las dos, pero que sumamos diferente. Nos despedimos y al llegar a casa sintonizo las noticias. Resulta que los eurodiputado socialistas españoles, en Bruselas, han votado en contra de suspender las ventajas arancelarias a los productos argentinos que Europa importa. Tomás hubiera hecho lo mismo. Está claro. Mi vecino Tomás, el del carnet del PSOE, el de las hijas colocás, al que, por cierto, se me ha olvidado preguntar si no le ha molestado que el terrorista Mobutu haya comparecido en la Audiencia Nacional con la camiseta de la selección argentina. Toda una imagen que demuestra que, al menos en el tema de REPSOL mi vecino Tomás, los eurodiputados del PSOE, Hugo Chávez, y el terrorista piensan igual.
Pues vaya vecindario que se gasta Usted 😉