Resuena hoy en La paseata la ausencia de los idos en la evocación de tu arte Alfredo Albajara y en tu memoria recuerdo una de las frases célebres de Guillem, el hermano de Mafalda: ¿No es increíble todo lo que puede tener dentro un lápiz?»
Y me alegra que tu familia reúna los cuadros que realizaste para una última exposición de tus obras. Significa el homenaje que mereces por tu visión de artista del lápiz y los pinceles. Incontables veces me hablaste de la inmortalidad de la herencia en honor a tus hijas que retrataste en una infinita variación de mensajes de ese futuro que acabará por arrastrarnos al último hoyo por no practicar tu devoción al diálogo.
Y por eso recuerdo esta obra que titulaste «El baño», la última que vendiste a un ejecutivo norteamericano de vacaciones en el Barrio de las Letras. Qué alegría en unos días, repletos como todos, de la desesperanza que refleja la incomprensión de casi todos.