Veo, leo y siento por mis amigos catalanes y sus dudas existenciales, que en Cataluña, el poder subvencionado y corrupto implantado por los políticos independentistas ha conseguido su principal objetivo. Ahora, un montón de buena gente ante los acontecimientos e informaciones misil, propias de la campaña electoral que «sufren» en las cuatro provincias catalanas, no saben discernir entre cloacas del estado, el precio del poder o lo que es mas grave, qué es la información y qué es publicidad.
Es terrible, pero los poderes fácticos catalanes han conseguido gracias a la perversa utilización de sus propias y auténticas cloacas del estado, el sueño de todos fascistas que en el mundo ha habido y habrá: Ni mas ni menos que apropiarse de toda la información que producen sus grupos empresariales mediáticos, públicos o privados, todos subvencionados y en los que paradójicamente trabajan periodistas que hasta se permiten reflexionar sobre qué es su oficio y la ética del periodismo . En Barcelona, Lérida, la bella Gerona u Olot, miles y miles de ciudadanos oyen, leen y ven lo que su poder omnímodo quiere.
Y así los millones de españoles nacidos en Cataluña se preguntan que porqué España les roba, o porqué el Estado arremete contra el «honorable» Artur Más, o porqué la policía investiga a sus políticos, de la misma manera que el avestruz se tapa la cabeza cuando se siente en peligro. Y si un juez de los suyos, por ejemplo, estanca en un cajón el caso Palau, por el que su principal partido político, CIU, tiene embargada hasta su sede social y además recibe dinero público en subvenciones, eso les parece una nimiedad ante el poder de la barretina o su bandera a la que llaman señera.
Pero la diferencia es que al avestruz el comportamiento le viene dado de serie en su auténtico adn y a los catalanes les han envuelto en una telaraña que lo único que les permita es respirar. Una estrategia de la araña inventada, e inoculada en vena, cuyo primer señuelo es la papeleta que introducirán en la urna electoral.
Muy acertado análisis. Por cierto, la araña lleva treinta años tejiendo su tela y ha inyectado el veneno del nacionalismo a una población que en este momento está narcotizada con la dosis. Muy malquerida araña: Lo has hecho poco a poco, para no matar a la víctima, como se hace con todos los venenos. Ahora, votarán sí a cualquier cosa que les digas y encima a eso tendrás el cinismo de llamarle democracia. Muy poco amiga araña, me repugnas y te tengo aversión porque no cumples ninguna función digna en la naturaleza. Solo tejer tu red de mentiras e inyectar veneno matando la libertad de elección del pobre desgraciado que tiene la mala suerte de caer en tus redes.
Es cierto que al avestruz le viene de serie su comportamiento. Pero me temo que al ser human, a pesar de su vanidosa inteligencia, también le viene de serie que las emociones tengas mucha más fuerza que la racionalidad.
Los políticos lo saben, y utilizan hábilmente todos sus recursos (y el dinero de los contribuyentes) para manipular esas emociones, y hacer que la razón quede totalmente postergada.
Lo mio es mucho más sencillo: Mientras que las empresas que se dicen españolas no pongan en sus envases que son constitucionalistas, no les compro. Asi de simple. Ya está bien de jugar a dos bandes para beneficiarse de todos. Los tengo calados a estos fenicios.