Jugar a la mentira, apostar al todo o nada, burlar en definitiva el análisis, construir una bola de cristal con tu idea de la historia, de la economía y hasta de los sentimientos primarios, y espantar, multar y denigrar además, los pensamientos de los demás, por falsos, no es humano ni de este mundo. Es catalán, independentista y además resulta caro, muy caro…
Hoy es necesario recordar a George Orwell y ese Ministerio de la Verdad que inventó en su novela 1984 para expresar la esencia del totalitarismo humano.
Historiadores, lingüistas, sociólogos y economistas bien alimentados y vestidos gracias a las soldadas provenientes del dinero público español, pero administradas por la autonomía catalana preparan en estos momentos la conmemoración del 300 aniversario de la toma de Barcelona a manos de las tropas borbónicas en 1714 en el marco de la Guerra de Sucesión española, que está preparando la Generalidad.
Los secesionistas darán así, con el simposio titulado ‘España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014)’, que se celebrará en Barcelona en el mes de diciembre otra vuelta de tuerca a la historia para afianzar su devoción a la falsa patria catalana, y que a la postre, con esa inoculación de odio a España que han practicado en sus escuelas durante las tres últimas generaciones y el sentimiento traidor de victimismo con que se desayunan junto al pan con tomate todas las mañanas, están consiguiendo quemar su tierra y convertirla de paso en una tierra de nadie, pero egoísta y sin convivencia.
Recurro, porque imagino que la Academia de la Historia de España no saldrá al quite, al genial Smetana, Bedřich Smetana, el compositor checo pionero en el desarrollo de un estilo musical que quedó íntimamente ligado a las aspiraciones independentistas.
Hoy se lo reconoce en su país como el padre de la música checa, e internacionalmente es conocido por el ciclo de poemas sinfónicos Má vlast (‘Mi patria’) que representan la historia, leyendas y paisajes de la patria natal del compositor.
Auténtica obra de arte. Nada que ver con la nueva camisetita del Barcelona FC de falsa bandera y nueva quimera en el minuto 17´ 14´´, en esa profusión de mareas de los colores que hoy protestan en España en un auténtico arco iris de la ideología y la indignación. Nada que ver con esa cara apuesta de unos pocos políticos incapaces de crear nada. Sin talento ni capacidad para la convivencia.
Porque solamente saben quemar su tierra, regárla de odio y sembrar infinitas fronteras con los granos ideológicos, transgénicos de su pobredumbre humana.