Es difícil no encontrar cualquier día en Twiter un chiste malo y difamatorio sobre Carromero. Los mensajes de unos cuantos de CCOO sobre la muerte de doña Rosalía Mera en ese mundo del pajarito demostraron, del tirón, tan mala educación como falta de sentido común. Y desde ayer esa tropa que se define de izquierdas no descansa en la difamación y el acoso a la señora Cifuentes por su accidente de circulación y por el que encuentra en estado grave. ¿ Es crispación, o sencillamente la impunidad electrónica de la mala baba?
Produce vergüenza ajena.
El nivel de depravación de este rojerío alimentado por las debilidades de un sistema putrefacto no tiene límite ni parangón con cualquier democracia occidental. Mis mejores deseos para una pronta recuperación de Cristina Cifuentes. Un fuerte abrazo.
Antonio de la Torre. Enviado desde mi iPhone