De paseata con Javier Montilla por «Los muros de Cataluña»

En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario…

(cita comúnmente atribuida a George Orwell)

Javier Montilla

Impresiona y arrebata la indignación Javier Montilla cuando te mira a los ojos y con serenidad te dice que »  amar a su tierra es la única forma que tiene y conoce de amar a España. Que, por mucho que los nacionalistas, y otros españoles fuera de Cataluña, se empeñen el quiere seguir siendo un barcelonés en Cataluña, un catalán en España y un español en el mundo».

Y es que Javier Montilla, como muchos otros catalanes lo está pasando mal desde hace ya algunos meses. La diferencia es que él lo denuncia y se revela. Desde que el pasado mes de Abril publicó su último libro «Los muros de Cataluña» ha recibido amenazas incluso de muerte en las redes sociales y ha sufrido el insulto y  hasta empujones en las calles de Barcelona, esa antigua «Ciudad de los prodigios», hoy rebosante de delirios oficiales y de silencios de los medios de comunicación paniaguados del separatismo catalán.

«Mucho me temo que estamos viviendo un momento de “aberzalización” de la política catalana… Se está creando un pensamiento muy peligroso, un pensamiento único. Todos aquellos que disentimos del pensamiento oficial y oficialista se nos está empezando a tildar de malos catalanes. Ese caldo de cultivo está haciendo que se apedreen sedes de partido, se ataquen a comerciantes que planten cara en materia lingüística, se acose al disidente incluso en la calle, como es mi caso, que he sufrido varios ataques por parte de independentistas y se intente callar al incómodo. Todo muy propio de una democracia.

los-muros-de-cataluña

Ese delirio político incide en la sociología real de las calles. ¿no? Intuyo esquizofrenia social. Por un lado, por ejemplo, su libro lleva unos meses, desde su salida a las librerías, como uno de los de no ficción mas vendidos en Cataluña y por otro y paradójicamente le procura a Vd algún disgusto.

Así es. Pero es el precio que se tiene que pagar por defender la libertad. Un precio con un gusto amargo. No sólo me decepciona la decadencia a la que ha llegado Cataluña, la otrora sociedad más dinámica, libertaria, vanguardista y culta de España, sino que también me decepciona cómo el resto de España y principalmente sus instituciones nos han entregado sin dar batalla al nacionalismo.

Pleno de informaciones contundentes, una soberbia utilización de los hechos olvidados en la hemeroteca y sabrosos «entrelíneas», en « Los muros de Cataluña»  que como bien dice su subtitulo es un libro polémico y disidente que no deja indiferente a nadie, Javier Montilla inicia su relato del acoso a lo español con la exposición de qué significa una educación pervertida por lo que tiene de manipulación, mientras España ha mirado y mira para otro lado.

– «Principalmente, los independentistas han ganado una batalla que yo considero decisiva. Han ganado la batalla de las ideas, la batalla intelectual. Y no sólo por méritos propios, que los tiene el nacionalismo, por cuanto ha jugado muy bien sus cartas y han fabricado un discurso que desde un punto de vista intelectual no se sostiene pero que es el pilar en el que se sustentan sus delirantes ideas. Lo peor es que lo han conseguido por incomparecencia de los distintos gobiernos de España, que con tal de mantenerse en la Moncloa no han dudado por ejemplo en entregar a los nacionalistas el control de la educación.

El idioma por encima de las personas y hacer desaparecer España son dos de sus frases que me siguen impresionando al recordarlas.

– «Es que es la realidad, los nacionalistas, como su propia palabra indica, tienen en crear esa nación ficticia catalana su máximo objetivo. El resto de cosas se superponen a la construcción nacional. Uno de los principales éxitos del nacionalismo es haber conseguido arrancar de un buen porcentaje de catalanes, cualquier vínculo emocional con el resto de España.»

Manifestación anti independentista en Barcelona

– En esta semana se habla de la última propuesta independentista relacionada con el paro que asegura que la cola del INEM se aliviará mas de un diez por ciento con la independencia. ¿El España nos roba se ha convertido en un axioma verdadero para muchos catalanes?

– Ha calado en gran parte de la sociedad catalana que España expolia a los catalanes y que la única solución es separarse de España y crear un estado propio. Ya se sabe que una mentira repetida mil veces se acaba convirtiendo en una verdad, al estilo Goebbels… Sin embargo, mucho me temo que la corrupción del nacionalismo tras treinta años de poder en Cataluña han demostrado que no es España quien roba a los catalanes, sino los nacionalistas. Ahí está el caso Palau, Pallerols, Casinos, Planasdemunt, Pretoria, Banca Catalana y un largo etcétera. Además, con una Generalitat quebrada, con recortes en Sanidad y Educación mientras se mantienen las estructuras nacionalistas, entre ellas las millonarias subvenciones a la prensa y va a destinar 30 millones de euros en los presupuestos de 2014 para la consulta soberanista. Esta es la prioridad del nacionalismo.

En estos días del verano los españoles nos hemos sorprendido con ese concepto histórico nuevo que se avala desde cátedras universitarias que se ha hecho grande hasta casi convertirse en un bofetón metáforico que Vd define como caricaturización de la historia.

Cervantes con barretina

– Es que el nacionalismo sólo se podía mantener desde un punto de vista histórico manipulando la historia, sobre todo, como defiendo en el libro en tres pilares:

1) La guerra de los segadores o Corpus de Sangre. Una revuelta independentista para el nacionalismo, pero que en realidad fue una rebelión de los segadores de 1640 contra los oligarcas de la época.

2) La Guerra de sucesión: Una guerra que para el nacionalismo fue de secesión y una guerra entre Cataluña y España, cuando fue, una guerra dinástica por la corona de España entre los partidarios de Felipe de Anjou y del archiduque Carlos de Austria.

3) El genocidio cultural al catalán por parte del franquismo. Quizás el más repetido… Por supuesto, que el régimen de Franco menospreció y persiguió en no pocas ocasiones una de las dos lenguas de los catalanes… Pero de ahí a hablar de genocidio hay un abismo. Durante el franquismo, se publicó teatro en catalán, poesía en catalán, hubo clases de catalán… Es más, durante la terrible dictadura surgieron los mejores dramaturgos y literatos catalanes como Josep Pla, Salvador Espriu o Montserrat Roig… Un talento que la Cataluña ultra subvencionada del nacionalismo no ha igualado, pese a la maraña de subvenciones.

– ¿Existe, a pesar de todo ese esfuerzo político y sobre todo económico de construcción de un estado, una especie de embrión contestario que se concreta en las plataformas cívicas que se rebelan ?

– «En Cataluña no existe la sociedad civil organizada, sino la sociedad civil subvencionada. Sobre todo articulada en multitud de chiringuitos como Òmnium Cultural, Assemblea Nacional Catalana, etc… Pero existe esa otra Cataluña que no existe para el nacionalismo, asociaciones que, sin subvenciones, como Impulso Ciudadano, Asociación por la Tolerancia, Convivencia Cívica Catalana o la coordinadora «Units-Unidos», que este año organiza el evento del 12 de Octubre en la Plaza Cataluña, que hacen un trabajo impagable en favor de la Cataluña de todos y por los derechos civiles y lingüísticos… Un verdadero trabajo heroico.»

– A esta humilde Paseata le comienzan a llegar respuestas independentistas defendiendo la invención histórica y sobre todo el concepto ya mencionado de España nos roba. ¿Cree Vd que existen «funcionarios» subvencionados por todos, para hacer fuerte también el delirio independentista en las redes sociales?

Fotomontaje concepto Odio cultural

– Por supuesto… Nada nuevo por otra parte. Recordemos que los nacionalistas tienen comisarios lingüísticos que se dedican a investigar en qué idioma hablan los niños en el recreo e incluso dentro del profesorado y existen otros individuos que se dedican a denunciar a aquellos comerciantes que rotulan sus comercios en español.»

– Me sigue sorprendiendo con admiración la frase que Vd recuerda de Albert Camus: «Amo demasiado a mi país para ser nacionalista», pero, por último mi apreciado Javier ¿No le da a Vd la impresión de que estamos en un momento cumbre de esa deriva independentista con motivo de la cita de Septiembre, con la forma de cadena humana, parece que fijada por la clase política independentista catalana, como clara señal de «punto de no retorno»

«Así es. Y si alguien se cree que esto es un juego está muy equivocado. El nacionalismo va muy en serio. Y aquí de nuevo habrá que recordar que si alguien se cree que dando más dinero a los nacionalistas se van a calmar sus ansias por el soberanismo, de nuevo se equivoca. El nacionalismo es insaciable y su única razón de ser es destruir la España constitucional.

Manuel Artero Rueda

Manuel Artero Rueda ha dedicado toda su vida profesional a la televisión en la empresa pública RTVE donde, en los últimos veinte años, y después de haber trabajado como ayudante de producción y realización. ha realizado su oficio de periodista como reportero en el programa Informe Semanal, para el que ha realizado mas de trescientos reportajes. Licenciado por la Universidad Complutense, es autor del libro "El reportaje para televisión un guiño a la noticia" , un práctico temario con el que ha impartido clases tanto en el Instituto Oficial de RTVE como en el máster de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos. Desde el ERE inventado por Zapatero para TVE, dedica su esfuerzo y trabajo esta "La Paseata" un sencillo blog personal que con el paso de los últimos años, se ha convertido en una modesta revista electrónica en la que colaboran un grupo de amigos a los que une el amor a España.

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0 comentarios

  1. Un excelente resumen de los disparates del catalanismo. Tanta maldad condensada pone los pelos de punta.

    1. Jose Luis (republcano de C's en Catalonia)

      Es la absoluta verdad yo he participado un par de veces en concursos literarios de lòmnium cultural y quizás mi error es utilizar mi nombre cien por cien español, puesto que en mis apellidos quizás podrían pasar por alto. Es más he asistido perplejo a palabras dirigidas por políticos desconsiderando la cultura española o intentando politizar o promover la «guerra entre lenguas» . Es un disparate cultural el intentar que desde Catalunya se preste atención a cualqier obra literaria publicada en español y por eso intento hacerme un hueco entre catalanopensantes y catalanohablantes

  2. Barcelonés y catalán, nada más

    Impresionantes dotes de generalismo minoritario. Es curioso como todo este discurso es fácilmente demostrable en sentido contrario cambiando un par de conceptos como omnium cultural por manos blancas, y el término «Espanya nos roba» por el de «Cataluña nos roba» o el de hay personal que se dedica a confirmar que en el colegio los niños hablan catalan por el del mismo pero con el español. No entiendo como alguien catalán defiende ser español y sin embargo no defiende ser árabe o romano y ya llegando al extremo, fenicio e íbero… Sí señores, los tiempos cambian al igual que las sociedades, lamentablemente algunas más lentas que otras. Porqué tanto reproche al pueblo catalán que quiere ser independiente en su mayor parte como ha quedado reflejado en concentraciones hacia ambas posiciones, y sin embargo no se castiga con puño de hierro a Ecuador, Méjico, Bolívia, Colombia… Que han osado independizarse del todo poderoso imperio español y sin ningún tipo de referéndum ni consulta… En fin, lo dicho, impresionantes dotes de generalismo minoritario.

    1. Manuel Artero Rueda

      Enhorabuena por el lema, si es suyo claro está, por tan interesante y sugestivo lema que comunica en este humilde blog: «generalismo minoritario». Así mismo me permito recordar una de las expresiones mas cultas y populares que tantos nuestros abuelos como bisabuelos compartieron en su comunicación: Las comparaciones son siempre odiosas. Respecto a esas palabras suyas tan emotivas sobre el pueblo catalán que quiere ser independiente le agradeceré me comunique las necesarias soluciones para ese único catalán que no quiere.

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