Coinciden esta semana algunos hechos, declaraciones y pronunciamientos aparentemente inconexos, deshilachados y puntuales, pero que observados con el sextante histórico, capaz de medir la voluntad política, y bien enfocado hacia las estrellas de la ideología, el egoísmo y la ambición de la galaxia hispana, nos permite fijar la calamitosa deriva con la que navega la sociedad española, en la que, desgraciadamente, la oficialidad parece haberse refugiado en sus lujosos camarotes y la tripulación atiende a los capataces rebeldes, los únicos que bregan a bordo.
Son pequeñas noticias, apenas amplificadas por los grandes medios. Así las reflexiones del separatista catalán Carod Rovira acerca de los malos catalanes que no apoyan la secesión , o las declaraciones de Pedro Hernández, asesor del Cabildo de Fuerteventura, amenazando con acosar y expulsar a los seguidores del PP de las islas por su apoyo a las prospecciones petrolíferas.

Coinciden los dos señores en hablar de malos ciudadanos, en señalar, apostar por la quiebra, la guerra y obviar la deuda que ellos mismos tienen contraída con la sociedad que les paga o les ha pagado, en la que viven y por la que viven, las leyes que han jurado, prometido o sencillamente, y en definitiva, han avalado por su honor ahora perdido en aras de la rebelión… El de sus ancestros, incapaces de hacerse oír a la tripulación envuelta en el ruido de la crisis, la publicidad y la educación falseada gracias al dinero de todos y los intereses bastardos que asumen los Otros. Esos seres buenos, justos y leales a la guerra que no mencionan en su arenga para asustar a la marinería.
Porque a bordo nadie quiere pagar las deudas. Es la fiebre del oro que está por venir aunque no exista nada mas que en los sueños que protagonizan las ideologías. Ni las deudas morales, ni las éticas y mucho menos la de los euros mal gastados.
La noticia que llega desde Morón de la Frontera pasa también prácticamente desapercibida como uno de los últimos mensajes desde la Casa Rosada por Cristina Kirchner que ha escrito en Twitter: “Reiteramos la importancia de no permitir que fondos buitres paralicen actividades de reestructuración de la deuda de países en desarrollo…”
Y es que después de no cumplir la Ley, en esta deriva, los Otros, esos seres buenos y éticos de la izquierda, comienzan a reclamar el no pagar ni su deuda ni su corona de espinas. Y me temo una rebelión a bordo en la que ya hemos acuñado algunos conceptos nuevos como el de protofascista o el mas imaginativo que hoy mismo acaba de acuñar mi amigo José Manuel Menéndez García de prostáticofascista: Dícese de aquel que cada día recuerda su lema: » Si no estás conmigo y con mi política ten claro que tu vida será un infierno!»