La foto no tiene precio aunque a los independentistas les haya costado un potosí. Como cada uno de sus pasos al abismo que en realidad realizan como si fueran ricos, sin límite de gastos.
Y eso que ya casi todos sabemos el dinero a espuertas que el Gobierno catalán ha gastado en publicitar sus falsedades y «armar» una infraestructura de estado independiente. Una cifra indecente que en España no nos atrevemos a sumar con todos sus débitos en los que, algún día habrá que incluir además del tres por ciento, las reales consecuencias de la inmersión lingüística, las nóminas de profesores, científicos, historiadores, periodistas y una exhaustiva lista de gastos de representación y compadreo, de la que no existe un solo recibo ni justificante manuscrito.
Hoy leemos todos con atención las palabras que Felipe González dedica en el periódico El País «A los catalanes«. Y la mayoría alabamos su sentido de estado, esa esencia que todavía muchos asociamos a su presidencia en el Gobierno de España. Y recomiendo su lectura que acaba con la frase de «… con el enfrentamiento perderemos todos. En el entendimiento podemos seguir avanzando y resolviendo nuestros problemas».
Y es ahí, precisamente en ese final donde el ex-presidente se me queda corto, aunque comprendo y alabo su necesario llamamiento a la cordura, pero sinceramente creo que ya todos hemos perdido en el enfrentamiento. Unos, amigos, otros, familiares y los de mas allá, la necesaria convivencia vecinal. Además que difícilmente se puede uno entender con los fascistas que por la noche, iluminados por las antorchas del odio y envueltos en las falsas esteladas, salen a gritar «Independencia» por las calles de Cataluña. Porque si está siendo caro todo este esfuerzo independentista todavía lo va a ser mas la minuta de los desprogramadores sectarios que deberán intervenir ante tamaña impostura sentimental.
Así es don Manuel. Un abrazo con una imagen al hilo del artículo
Buen artículo. Cortito y claro. El día que las cuentas de lo que han gastado en su imposible independencia salgan a la luz, algunos líderes catalanes no sabrán donde esconderse.