4 de abril de 2016

Hay silencios que mienten, hay silencios que inquietan, los hay que sugieren desprecio, también están los que amargan, sin olvidar los ruidosos, ni los que infunden terror, los que producen tristeza, esos que condenan al hombre, los que caminan hacia la esperanza, los que sugieren amor, los que proceden del alma, los que nacen del rencor…Yo me quedo con el pensamiento de una gran mujer, una doctora de la Iglesía: SANTA CATALINA DE SIENA. Ella dijo:

“¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!”.

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