La espuma de los días, purulenta ya, por causa de nuestros políticos, nos enfila hoy a los españoles al caminito de un tan escarpado como salvaje Despeñaperros, entre el esperpento y la pandereta, del que quizás salgamos a ostias. Y me preocupa por la confusión a la que nos lanzan entre falsos presos políticos en una España sin justicia en la que empiezan a acampar todas las mafias que en el mundo imponen su ley.
Nadie lo dice pero las decisiones políticas de los ayuntamientos del cambio nos llevan al precipicio, a sabiendas, con descaro e impunidad. Así, mientras en Manresa las CUP alardean de feminazismo, la Colau en la antigua ciudad de los prodigios apuesta por el enfrentamiento entre los vecinos, igual que el Ribó en Valencia con su rancio y asesino comunismo y la vieja Carmena con los «okupas» violentos que le apoyan subvencionados en la alcaldía de Madrid, mientas claman contra la propiedad privada y la Policía Nacional de España.
Así estamos con un PSOE dirigido por el tal Sánchez que ha dado alas de poder desde las últimas elecciones autonómicas y municipales a la izquierda radical y el don Tancredo Rajoy decide, como respuesta, consumar su política en el mundo ripiador del pajarito. Así estamos. Jugando con el fuego, que seguro, nos quemará a todos por igual .