Hemos fundado el partido Ñ (eñe). Por Nacho Rodríguez Márquez

«Mi amor a España aumenta día a día, gracias a las cretinas criticas de mis descerebrados compatriotas que desean volver a unos sistemas políticos que han demostraron su ineficacia y peligro»
Mi patria esta en todos los rincones de mi alma. Variados indecentes quieren que renuncie a ese sentimiento, pero no podrán porque esta muy arraigado en lo mas íntimo de mi existencia. Quieren arrebatarme parte de mi ser a base de mentir compulsivamente sobre nuestro glorioso pasado presente y futuro buscando deslegitimar todo con una insistencia que bien serviría para unos objetivos mas nobles.
Y no estoy dispuesto a aceptarlo y voy a defenderme con todas las herramientas disponibles a mi alcance. Piensan que toda falacia es buena con tal de desacreditar a España en cualquier ámbito. Pero a mi, los continuos e indignos ataques me fortalecen, multiplican mi adhesión a los valores cívicos, políticos y democráticos.
«El partido Ñ (eñe), liberal, humanista, transversal y única democracia participativa en el panorama político español será un rayo de verdad entre tanta miseria intelectual»
Mi amor a España es indestructible, me ha llegado casi sin sentirlo desde mi infancia, gracias a la educación recibida de mis padres, sentimientos acrecentados en mis numerosos viajes y periodos vacacionales en diversos territorios españoles. Así, casi sin darme cuenta, arraigó en mi este placentero sentir, una agradable sensación de querer en tu país lo mejor para todos. Un amor, insisto, que aumenta día a día, gracias a las cretinas criticas de mis descerebrados compatriotas que desean volver a unos sistemas políticos que han demostraron su ineficacia y peligro.
Por eso, junto a Ignacio Sanjulián y Antonio Monzón hemos fundado el partido Ñ (eñe), liberal, humanista, transversal y única democracia participativa en el panorama político español. Un rayo de verdad entre tanta miseria intelectual.
Me parece acertadísimo el comentario. Claro y breve. Hoy este tipo de concepto está tildado con adjetivos equívocos. Simplemente con oir el vocablo «Podemos» me produce arcadas, repugnancia y …hasta miedo. Pero ahí tenemos el espontáneo que se ha tirado al ruedo y está haciendo su faena y no, precisamente, ayudado por sus peones, sino para él, por grandes maestros, en este caso del odio a España. Vamos a esperar y ver como remata la faena!!.