Semblanza de San Isidro Labrador y que el Santo nos proteja a los madrileños, y a todos los españoles. Por Guillermo Emperador

SEMBLANZA DE SAN ISIDRO.
SEMBLANZA DE SAN ISIDRO.

 

 

Isidro de Merlo y Quintana nació en Madrid a finales del siglo XI. Sus padres no pudieron enviarle a la escuela, pero se encargaron ellos mismos de inculcarle sus escasos conocimientos junto con el amor a Dios y a la oración.

 

 

«San Isidro es uno de los Santos a los que se atribuyen más milagros (más de cuatrocientos)»

 

Muy joven, entró al servicio de un rico propietario madrileño llamado Iván de Vargas, en cuya casa trabajaría toda su vida como labrador.Se casó con una muchacha pobre, tan buena como él, llamada María Toribia, que también llego a la santidad y se la conoce como Santa María de la Cabeza. San Isidro se levantaba muy temprano todos los días para ir a misa. Durante la jornada, mientras araba, su corazón conversaba con Dios, con su ángel guardián y con los santos del cielo. Pasaba asimismo los días de fiesta en visitas a las iglesias de Madrid y los alrededores.

Es uno de los Santos a los que se atribuyen más milagros (más de cuatrocientos). El más famoso es cuando sus compañeros lo acusaron de llegar tarde al trabajo por meterse en la iglesia. Para averiguar la verdad, Don Iván de Vargas se fue a sus tierras de las colinas de Carabanchel (cerca de donde hoy se halla el estadio Vicente Calderón, a las orillas del Manzanares) y comprobó, en efecto, que Isidro llegaba tarde al trabajo. Se disponía a reprenderle cuando vio con gran sorpresa que una yunta de bueyes blancos, guiada por la mano de un desconocido, araba el campo junto al arado de Isidro. Mientras contemplaba la escena, desapareció la yunta maravillosa y el propietario comprendió que el cielo se encargaba de suplir el trabajo del santo labrador. Otras personas atestiguaron también que habían visto cómo los ángeles ayudaban a San Isidro.

Es famoso también el hecho de que en un día caluroso, San Isidro dio un golpe con su vara sobre una piedra y brotó un manantial que todavía sigue manando hoy, y al cual se le atribuyen propiedades milagrosas. Este manantial sale hoy día por una fuente que se encuentra en el interior de la ermita del Santo.

Pero a mí la historia que más me gusta es una muy poco conocida, y que una vez leí en un librito que ya no recuerdo cuál es. San Isidro quería ir a Tierra Santa pero era muy pobre para afrontar el viaje. Un día rezando se quedó dormido y soñó que estaba en Jerusalén viendo los Santos Lugares, y que recogía un poco de arena, de agua del Jordán y unas piedrecitas. Cuando se despertó por la mañana, allí había a su lado un saquito de tierra de Jerusalén, unas piedrecitas y agua del río Jordán.

San Isidro murió el 15 de mayo de 1130 (tampoco está claro el año). Su cuerpo fue trasladado varias veces hasta descansar en la Iglesia de San Andrés. El Rey Felipe III sanó milagrosamente de unas fiebres mortales al llevarle a su lecho las reliquias del Santo, por lo cual puso empeño para su canonización. Se abrió entonces el sepulcro y el cuerpo seguía incorrupto (se había abierto varias veces antes en los siglos anteriores y se había comprobado este hecho). Fue canonizado en 1662 junto con San Ignacio, San Francisco Javier, Santa Teresa y San Felipe Neri. Sus restos reposan hoy día junto a los de Santa María de la Cabeza en una urna de plata situada en la Colegiata de San Isidro.

Que el Santo nos proteja a madrileños, agricultores y a todos los españoles, que muchos milagros siguen haciendo falta en España.

Guillermo Emperador

Español, bajito, republicano y alopécico. Profesor de la escuela del maestro Ciruela, boticario y bloguero en Libertad Digital con el espantoso nick de “chinito”. Ahora autoascendido a Emperador de la tierra de las Mil Naciones (España, obviamente). Tengo un blog, una coneja y muchos amigos. Nunca pensé en escribir pero la vida es un camino que lleva por derroteros extraños.

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