
«Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir..» (Gregorio Marañón)
En mi generación somos muy diferentes a nuestros padres o nuestros abuelos cuando llegaban a su mediana edad. Nuestra realidad se parece poco a la de ellos.., nuestra época es otra. Nosotros no ansiamos descansar, ni que nos jubilen.., no pensamos en el final.
Nos ha tocado conocer muchos finales, por eso seguimos sintiendo pasión por los comienzos. Somos de esa generación que aprendimos a escribir en una máquina con teclas.., ese artilugio que ahora nos parece prehistórico.., y en un tris tras, nos vimos manejando un ordenador de última generación.
Vivimos esperando días las cartas del ser amado, escritas a mano y con una foto dedicada con su olor.., pero nos hemos acostumbrado a la inmediatez y simultaneidad de la comunicación digital y los teléfonos inteligentes. Hemos sido maestros de nuestros hijos, y a la vez, alumnos de su saber digital.
«Mi generación es consciente de nuestra edad, de nuestras necesidades y de nuestras carencias, y no estamos dispuestos a tirar la toalla hasta que nos la arrebaten No nos gusta vivir..,¡ vivir es nuestra pasión!»
Nos gustan los retos, los nuevos aprendizajes que absorbemos y añadimos sin dificultad a nuestro saber procesado. Vemos la vida a nuestra mediana edad, como una nueva oportunidad de seguir creciendo y compartir nuevas emociones. Creemos en las segundas oportunidades, y en las terceras, y en las que hagan falta.. Nacemos, nos desarrollamos y nos reinventamos.., y nos reinventamos.., mil veces. Nos mantenemos activos, despiertos, como esponjas ante la corriente de ideas y estímulos que nos rodean.
Somos conscientes de nuestra edad, de nuestras necesidades y de nuestras carencias, y no estamos dispuestos a tirar la toalla hasta que nos la arrebaten. No nos gusta vivir..,¡ vivir es nuestra pasión!, y exprimirla al máximo nuestra principal ocupación. Queremos seguir conociendo y experimentando, y hemos llegado a ser tan libres mentalmente, que poco nos importa lo que piensen los demás. A nuestra mediana edad, no tenemos crisis, ni frenos, somos dueños de nuestros caminos y nos importa poco alejarnos de los patrones “lógicos” de nuestra edad.
Nos acompaña nuestro pasado, nuestra historia, nuestras experiencias, pero vivimos el presente con pasión, dormimos soñando y nos atrevemos a ver en el futuro otro amanecer Somos incombustibles.., nos cultivamos por dentro y por fuera y estamos en lo mejor de nuestro camino. Somos hijos, padres, e incluso abuelos, sin dejar de lado nuestro lado afectivo, social y sexual. Sí, somos maduros.., pero sentimos y vivimos como adolescentes.. Yo soy marañoniano.., y madurescente…Testarudo, irreverente, rebelde, consciente, interesado, humanista, inquieto, revolucionario, inconforme, realista, pero soñador, comprometido y solidario. No suelo pedir.., pero siempre entrego..