
«Si tiendes la mano, la tiendes Carmen Calvo.., limpia y abierta. Con respeto, con actitud, con buena voluntad… Sin reproches, sin desatención, sin complejos ni explicaciones»
Si tiendes la mano, la tiendes Carmen Calvo.., limpia y abierta. Con respeto, con actitud, con buena voluntad… Sin reproches, sin desatención, sin complejos ni explicaciones, sin excusas ni triunfalismo, sin arrogancia ni condiciones…
No es sólo lo que te dicen, sino cómo lo hacen y el por qué lo hacen: Una mano tendida es una invitación… Pero si te «invitan» a la sumisión, a la rendición como única alternativa…, no es una invitación, es un acatamiento, una orden.
No siempre disfrazar las palabras borra el verdadero significado del mensaje.