Tan abundante es la corrupción política en la España actual, que la elevación de los impuestos, apenas, impresiona a la masa votante o contribuyente.
Los nuevos progresistas. Por Amando de Miguel

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Tan abundante es la corrupción política en la España actual, que la elevación de los impuestos, apenas, impresiona a la masa votante o contribuyente.
Las terminales mediáticas del sanchismo quieren hacernos tragar con lo que sea. Están convencidos que la ciudadanía es tonta.
Conde-Pumpido para mí que aún se sigue deshaciendo del ‘polvo del camino’. En fin: Prepárense, señores, que vienen… puñaladas!
La prensa comprada se ha especializado en ensalzar atropellos, blanquear traiciones, repartir carnets de demócrata entre criminales vascos y golpistas catalanes.
El PSOE creará un comité para desmentir los bulos y la desinformación de la derecha. La zorra guardando el gallinero.
Muchos no ven para nada lo que hacen algunos con España a la que llaman su país. Pues nada jugando que es gerundio…
En el último trimestre del 2018 se anunció en los medios de comunicación de la izquierda con gran sensacionalismo, la detención de un francotirador.
Sin el certificado de progresistas chapoteamos según ellos fuera del constitucionalismo porque somos fascistas, golpistas, ‘trumpistas’ y ahora también bolsonaristas.
Mucho habla, Enric Juliana, de violencia verbal. Nada, en cambio de ‘violencia escrita’, su forma habitual de dorarle, a Sánchez, la píldora.
O la izquierda de este país y sus medios tienen poca comprensión lectora, o tienen el mismo problema que Sheldon Cooper.
Un año vacío ha empezado. Está vacío de políticas humanas reales, no del solo sí es si tararí. Vacío de políticos que den la talla.
Este libro de Albert Lladó es un oasis para reflexionar ante la gran cantidad de hechos impuestos por intereses ajenos al propio Periodismo.
El PSOE de Sánchez desalojó al Partido Popular por sus acusaciones de corrupción y hoy la ha amnistiado para perpetuarse en el poder.
El balance político resulta negativo para España. No es, solo, por la corrupción rampante. Más grave es la inclinación hacia los modos autoritarios.