Y así disimular la falacia ilegal de la imposible independencia con las gafas de no ver. ¡Después de mi el diluvio! ¿Verdad?
La falacia ilegal de la imposible independencia y las gafas de no ver. Por JoséCrespo

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Y así disimular la falacia ilegal de la imposible independencia con las gafas de no ver. ¡Después de mi el diluvio! ¿Verdad?
La señora Celaá debe de atea, pero no se ha podido librar de las cadenas mentales que la tienen confinada en los lugares más sombríos y más recónditos de su cerebro adolescente
Don Vitorino, sepan ustedes que fue cartero de profesión y cuenta, que antes incluso fue Sereno, no sé si creérmelo pero vamos, que tiene más años que Matusalén
PSOSánchez pacta con todos los antiespaña para seguir en machito: Torra, tenemos que hablar a calzón quitado