La pintura de los días por Demetrio Reigada: Hoy el fotógrafo J.D. Doria o la invención de un nuevo proceso creativo

¡BUENOS DÍAS!
Iniciamos esta jornada con un notable -pero, prometo que pasajero- cambio de tendencia en las obras que traemos cada día a este rincón. Hoy cambiamos la figuración, el realismo e hiperrealismo habitual por los trabajos con fotografía y tintas que realiza J.D. Doria.
Doria Joseph Drori, nacido en 1961, es un artista interdisciplinario que vive y trabaja en Tel-Aviv. Mientras madura en la pintura, combina intervenciones en el cine y el amor por la escritura, alternando con años de estudio y de investigación experimental en los territorios del pensamiento humano y de la metafísica.
El arte de Doria se inicia, según confiesa «con un singular estado de ánimo, con el flujo emotivo y la creciente relación con las sustancias que elegí para trabajar, más que con la imagen, la forma o mensaje, que en mi trabajo son emergentes».

¿Es un ojo?, ¿Una silueta?, ¿Qué es, una cosmología molecular? En realidad no, es la impresionantes combinación de la tecnología fotográfica y la tinta que desarrolla Doria y que hace que las imágenes diminutas parezcan el núcleo de las estructuras universales como las conocemos.
Doria utiliza una combinación de acrílico, tinta, colores de vidrio y agua en el papel, a continuación, captura fragmentos de estas criaturas amorfas con una cámara fotográfica suspendida por encima de la hoja.
A continuación, con la ayuda de un escáner 3D, extrapola partículas y consigue el resultado que se ve: como un átomo en una galaxia. Las piezas de Doria son como preguntas filosóficas sublimes, en el desorden del siempre cambiante rostro del mundo.
Este acto de transformación de lo intrascendente al núcleo está en el corazón de la filosofía estética de Doria, y no es muy diferente de la forma subjetiva en la que todos vivimos nuestras vidas. Como pequeños detalles en este esquema masivo de estrellas y galaxias, nuestras vidas son como el microcosmos del universo caótico extrapolado y pintado de Doria.

En estas fotos se encuentran efímeras imágenes de moléculas, de las galaxias, de las bestias míticas y proyecciones imaginativas. Su reciente colección titulada «Impossible Creatures» es en realidad un juego de los seres imaginarios del libro de Borges, una miscelánea fantástica de los patrones y formas cambiantes que desafía las formas familiares de la naturaleza y la percepción.
El trabajo de Doria no es un producto de la emoción abrumadora o sensaciones inefables, sino más bien una presentación de una visión del mundo completa que se basa en la relación entre la percepción y perceptor.
Demetrio Reigada (1950-2014)