La pintura de los días por Demetrio Reigada: John Atkinson Grimshaw o la luz de la noche

¡BUENOS DÍAS!
«Nacido en Leeds, el 6 de Septiembre de 1836, hijo de un expolicía, John Atkinson Grimshaw no estudió pintura»
Hoy nos acercamos a la obra de John Atkinson Grimshaw (1836-1893), con este óleo titulado «November Moonlight». Romanticismo y realismo juntos podrían servir para definir el estilo de estas pinturas nocturnas.
Pintar la noche no es cosa fácil. Muchos pintores lo intentaron y solo consiguieron que sus lienzos acabaran emborronados de negro, sus colores muertos, las luces demasiado mortecinas y faltas de los brillos crepusculares y de las veladuras nebulosas que caracterizan los paisajes de la oscuridad. Pero el pintor de quien hoy hablamos lo conseguía con exquisita facilidad.
Nacido en Leeds, el 6 de Septiembre de 1836, hijo de un expolicía, John Atkinson Grimshaw no estudió pintura. Bastante joven comenzó a trabajar para la Great Northern Railway como agente comercial, pero con veinte años se casó con su prima, Frances Theodosia Hubbard, que pronto le animó a dejar el trabajo de la compañía ferroviaria y dedicarse de lleno a la pintura, con el consiguiente enojo de sus padres.
Sus primeros cuadros no eran nocturnos, John estaba entonces influido por los prerrafaelistas. El éxito como pintor tardaría en llegarle aún casi diez años, cuando se centró en el desarrollo de una obra más personal de escenas urbanas en las que la luna y las sombras serían las características más llamativas.
Respecto a la obra que hoy traemos aquí, «November Moonlight», el ambiente que Grimshaw consigue es sorprendente. Resulta increíble la sensación de humedad en el aire que se respira con los ojos. Es una obra encantadora, el efecto de la luz es muy adictivo y casi se puede escuchar el eco del ruido de la carreta en medio del húmedo silencio… y luego está esa sensación de que se trata de un lugar donde ya se había estado.