
«Desde la alta muralla de Jerez de los Caballeros, en su Alcazaba, junto a la torre Sangrienta, se percibe ya la vida nueva»
Desde la alta muralla de Jerez de los Caballeros, en su Alcazaba, junto a la torre Sangrienta, se percibe ya la vida nueva de la primavera en el paisaje verde que rodea esta ciudad histórica declarada Conjunto Artístico Monumental desde 1966.

«Y por ello saben distinguir entre el teatro de las falsedades mundanas de las esencias que de verdad importan»
Hasta aquí no llegan amplificados los desastres mundanos de los principales partidos políticos porque sus gentes conocen de sobra qué significa la injusticia e inhumanidad de la «alta política». Aquí a los vecinos, todos los días, y en cada una de sus esquinas de palacios, conventos, iglesias y torreones, la historia, su magnífica historia, les recuerda los grandes conceptos que de verdad influyen en las personas: Triunfo, amor, conquista, decadencia, traición, crisis, honor, legado, trascendencia, vida y muerte. Y por ello saben distinguir entre el teatro de las falsedades mundanas de las esencias que de verdad importan.

«Encuentro en una de las calles de Jerez de los Caballeros rememorando al Temple en España y los Templarios, un verso de Luis Rosales»
Encuentro un verso de Luis Rosales entre sus calles.
Cerca de la de los Templarios. Cuesta abajo de la de «Arriba» y su bella inercia me dirige la mirada hasta el vuelo de un águila en ese cielo en el que también navega la bandera del Temple.

La leyenda y su grandeza.
«La cal se encuentra en la calle
como el azul en el cielo
que bien mereces tu nombre
Jerez de los Caballeros»
Precioso y merecido homenaje a tan bonito lugar.
Enhorabuena, don Manuel, por asomarnos a esta legendaria herencia de un pasado con tanto legado. Jerez de los Caballeros recibió varios nombres a lo largo de su larga historia. Los fenicios la llamaron ‘Ceret’ y los romanos ‘Fama Iulia’ o ‘Caeriana’, en el año 711 tras la batalla de Guadalete, pasó a estar bajo dominio musulmán y se llamó ‘Xerixa’ o ‘Xeris’. Y en el siglo XIII a las órdenes del Alfonso IX, los Templarios tomaron la Villa de Xerez y la hicieron capital del Bayliato de Xerez. Fueron los Templarios los que consolidaron la alcazaba árabe dando lugar a lo que hoy conocemos como la Fortaleza Templaria, y levantaron el recinto amurallado que protegía la ciudad. Lo sé, porque yo he visitado esta atemporal villa y esa extraordinaria fortaleza. ¡Grande, don Manuel!