
“Deja, empero, compadre, decírtelo con entera convicción: no sé cuál de sus dos realidades me causa más grima y repulsión”
Se me ocurre, amigo Tano, que sería de buena ley
ver aparecer en el espejo el retrato de Dorian Gray:
Ello explicaría la corrosión que el espejo sufría
y lo mucho que se le oculta a su aborregada grey.
A ver si nos ofreces tal primicia algún día
y pones al descubierto su alma podrida.
***
¡Ahí, Tano, te quería ver:
ahora, toda la corrupción
que anida en su interior
todo el mundo puede ver!
Deja, empero, compadre, decírtelo con entera convicción:
no sé cuál de sus dos realidades
me causa más grima y repulsión.