El tener y aparentar tener. Por Rodolfo Arévalo

El tener o aparentar tener.

«Para mucha gente lo importante es tener o aparentar tener, el no hacerlo así te conceptúa como un ser vivo humano de segunda»

He salido de casa, a veces lo hago, pero casi nunca salgo del pueblo, aún así apenas hablo con nadie salvo con la gente de los comercios. Aprendí a mantenerme callado hace ya muchos años, en la juventud, porque no soportaba hablar de insignificancias cotidianas y sí de temas interesantes. Solo tuve un amigo y una amiga que aún conservo con los que podía hacer eso, con el amigo lamentablemente perdí el contacto y hace muchos años que no le veo. No así con mi amiga; seguimos viéndonos y descubriendo cosas el uno del otro, como el primer día. Luego más tarde por desgracia he conocido mucha gente, que habla más de lo que tiene, que de lo que es o sabe, y eso me lleva por la calle de la amargura, porque el hecho de que tengas un reloj que vale una fortuna, a mi no me va ni me viene, simplemente es un reloj, sirve para dar la hora, punto.

Una vez un amigo me dijo al decir que me había comprado un Renault Chamade que eso no era un coche, que era un armario con ruedas, a lo que yo contesté “es que no necesito ganar ninguna carrera, solo necesito que me lleve y me traiga, además con el aire acondicionado corre menos”, debió quedarse planchado, pero esa es la realidad. Para mi las cosas valen exactamente para lo que sirven, no por lo que cuestan. Y si aquel vehículo tenía aire acondicionado era para no pasar calor en verano, tardase más o menos en llegar.

Después de muchos años, esto sigue siendo así para mi. Será por eso de que no recojo las migas de pan que sobran en la mesa para hacer sopa al día siguiente, como me contaron hacía una familia catalana adinerada, ¡sopas de ajo! Esta bien cada uno es como es y nadie puede evitar los traumas o carencias que haya tenido de pequeño y que son en definitiva lo que conforma el carácter, aparte la genética. Pero no puedo evitar no soportarlo, y alejarme de esa gente es todo uno.

Una vez tuve que aguantar a una persona así en un viaje en coche hasta Zamora desde Madrid. Preferí volver en tren y así lo hice. Pero al parecer para mucha gente en la actual coyuntura lo importante es tener o aparentar tener, el no hacerlo así te conceptúa como un ser vivo humano de segunda. Yo prefiero ser que tener y a mis amigos los elijo por lo que son y no por lo que tienen. Desde luego nada de lo que tenemos nos lo podremos llevar a la tumba y sí, todo lo que somos o, en ese momento, lo que fuimos.

Hace años, en Navidades era frecuente que los dependientes, los conocidos, que te cruzabas en la calle, te felicitaban las Navidades y el Año Nuevo, pero en la actualidad es raro como no seas tu el que desencadena los parabienes. Es como si la gente estuviera aislada en una especie de burbuja egoísta o de burbuja de amargura. Sin ser Navidad mi mujer me critica por contar algún chiste a la cajera del supermercado o facilitarle una conversación que le haga salir un poco de la monotonía de su tarde o mañana. Desearle que se le haga corta la hora que le queda o cosas similares. Al parecer debe estar fuera de lugar, ser simpático y tratar de sacar sonrisas a los demás. Para mi que esto debe ser lo mismo que cuando en mi trabajo yo trataba de mantener a la gente contenta y alegre. No se si a ellos eso les importaba o no, pero desde luego, a mí me hacía el trabajo más ligero y llevadero.

Han cambiado tantas cosas que hasta hay individuos que perteneciendo como tu a la cultura Europea les da por felicitarte las fiestas Saturnales como si vivieran dos mil años antes en que la religión Cristiana no existía. Como he dicho cientos, miles de veces yo no soy creyente, pero lo que sí creo es que es muy importante tener y cuidar las raíces Cristianas que hacen a Europa lo que es. La única manera que hay de romper la unidad de las familias es tratar de romper las fiestas que nos unen como personas pertenecientes al occidente Europeo. Por eso yo seguiré haciendo chistes en los cajeros de supermercado, en dejar una sonrisa amable en quién se cruza conmigo y desde luego en saludar con un Feliz Navidad a todo aquel que se me ponga a tiro estos días. No quisiera perder lo más importante que todavía tenemos nuestra Españolidad y Europeidad y por eso he salido de casa, a veces lo hago, pero casi nunca salgo del pueblo, aún así apenas hablo con nadie salvo con la gente de los comercios y claro si les puedo hacer la vida más llevadera se la hago. FELIZ NAVIDAD.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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