
«Nunca tanta mezquindad en nuestro sanchista Gobierno se vio al tratar con exquisitez a la monarquía alauita mientras desprecia de la propia»
Parece de lo más natural tratar a la monarquía alauita
con la exquisitez que don Narciso ahora ha decidido,
mientras se hace constante desprecio de la propia,
vilipendiando al rey padre y ninguneando al rey hijo,
toda vez que Mohamed VI en por todos conocido
por su pasión libertaria y ese gran talante demócrata
con el que al pueblo saharaui siempre ha tratado.
Pueblo saharaui que, gracias a Sánchez, no puede sentirse más feliz:
¡no hay sino ver la rapidez con que el cónsul argelino se ha largado!
Mientras que a la otrora embajadora marroquí, Karima Benyaich,
un nuevo colchón en su embajada aquí en España ya le instalaron:
al parecer, con las prisas por volver, una seria lumbalgia le ha dado.
Es de esperar que nuestro ministro del Interior, el afable Marli,
la trate con la misma unción que lo hiciera con Brahim Ghali,
cuya entrada en España, al parecer, le enfureció.
¡Nunca tanta mezquindad en nuestro sanchista Gobierno se vio!