Sucio combate. Por Unai Laño

Sucio combate.

«En este sucio combate lean, investiguen, no censuren, contrasten y no se dejen arrastrar por la propaganda de guerra ni la prensa»

Queridos lectores, consciente de todo el revuelo y de las posteriores consecuencias de mis palabras que se puedan derivar, como no haciendo uso de mi absoluto pasotismo por la opinión pública y con la convicción de que mis espaldas podrán sobrellevar la losa de las críticas sin necesidad de llegar a la entrepierna. Me siento con la total firmeza de declararme abiertamente dudacionista por la gracia de dios, tal y como cierta buena amiga mía dicha terminología públicamente expresa, que créanme en esta sociedad instaurada no es para menos si no de obligado cumplimiento.

David frente a Goliat, bendita pedrada bíblica que acabó con el gigante. La historia siempre se ha empeñado en crear irreales referentes morales mediante los cuales la gran masa social sin vida ni autoestima, vuelque su frustración y desesperación en ellos con el objetivo de, en el día de mañana, llegar a poder ser como la imagen idílica ideada. Esperanza y motivación lo llaman. Bien, actualicémonos que Europa y occidente ya han elegido a su nuevo amado líder al que seguir y vanagloriar.

Desde que el tirano soviético, con las mismas aspiraciones y pretensiones añorando la hegemonía y extensión de la vieja URSS, la cual a sus espaldas más de 20 millones de muertos dejó, decidiese ocupar injustamente Ucrania cometiendo todo tipo de asesinatos y atropellos de derechos humanos a su población civil, la opinión pública, toda en su conjunto y sin excepción “endiosó” a cierto hombre. Su presidente. Desconfíen estimados lectores cuando todo el grupo audiovisual y mediático junto a la opinión pública coinciden al más puro estilo pandémico. Más aún cuando únicamente en una guerra internacional es una única versión la que los medios transmiten, propaganda de guerra, venga del lado de quien venga y se censura sin excepción la otra, en este caso la rusa. Sí, lo sé, a dos telediarios estoy de que me tilden de prorruso, pero créanme que se me hace muy difícil creer que la segunda feroz potencia militar mundial con armamento nuclear lleve intentando invadir un décimo de su territorio nacional más de un mes. Echaría mano de la expresión de que ni uno es tan bueno ni el otro tan malo como lo pintan, pero el comunista siempre seguirá siendo malo.

En definitiva, nos encontramos con un tipo, una figura emergente del más absoluto desconocimiento, la cual se dedica a acudir a parlamentos europeos con el objetivo de sensibilizar al resto de países con la desgraciada situación que está viviendo el pueblo ucraniano para conseguir apoyo, auto arrogándose una superioridad moral y haciendo uso de ese contexto social, permitiéndose darnos lecciones al resto acerca de lo que deben o no de hacer nuestras empresas e incluso comparar la situación ucraniana con nuestra historia la cual desconoce por completo. Exacto, la mismísima Greta Thunberg de la política. Me haría gracia si los argumentos esgrimidos fueran consolidados, pero que quieren que les diga, señalar públicamente a Porcelanosa, que a tantas familias españolas da empleo, cuando Alemania cerró todas sus centrales nucleares por ser perjudiciales para su tan agendista y ecologista medio ambiente y como consecuencia de ello depende exclusivamente del gas que le proporciona Rusia, es irrisorio.

¿Y qué mejor manera de enternecer a nuestra población que haciendo uso comparativo de la versión socialmente comprada y vendida durante años por la izquierda de buenos y malos de la guerra civil reflejada en el bombardeo de Guernica llevado a cabo por la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana? ¿Para qué hablar de Cabra, bombardeada aereamente por la aviación republicana, dejando 109 civiles muertos y más de 200 heridos si esa anécdota ha pasado, para la historia, desaparecida con la que emocionalmente chantajear, o de los fusilamientos de Paracuellos en los cuales se llevó a cabo el asesinato a más de dos mil quinientas mujeres y niños considerados opuestos al bando republicano?

Lean, infórmense, pongan en duda, investiguen, no censuren, contrasten, desconfíen, no se dejen arrastrar por la opinión pública ni la prensa y por favor apaguen la televisión.

Unai L. Matas

Mi nombre es Unai Laño Matas, tengo 20 años y resido en el País Vasco, doblemente por ello español. Defensor del constitucionalismo y la unidad de España en estas tierras hacen que mi lucha se convierta en obligación más que afición. Siempre he considerado pilar básico fundamental la batalla cultural y la no sumisión ante la izquierda. El verdadero español no lucha porque odia, sino porque ama lo que tiene detrás.

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1 comentario

  1. En toda guerra la primera víctima es la verdad…!
    Y la propaganda de cada parte magnifica lo que le conviene y oculta o minimiza lo malo que haga ella.

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