Roberto Carlos, el cronista del sentimiento nacional brasileño. Por Rafael Gómez de Marcos

Roberto Carlos

«Roberto Carlos durante los 60, se convirtió en todo un ídolo para las jóvenes brasileñas, que le consideraban el Elvis Presley de Brasil»

Hoy que en Brasil los ciudadanos eligen a su próximo presidente, vamos a recordar a un artista que cuando tenía seis años fue atropellado por una locomotora y como consecuencia del accidente, le fue amputada parte de una pierna, por lo que se vio obligado a llevar una prótesis.

En 1950 siendo adolescente se trasladó a Río de Janeiro, donde empezó a actuar en diferentes formaciones musicales y conoció al compositor Erasmo Carlos. Pronto lideraría el movimiento de la “Joven Guardia” de los años sesenta, movimiento que mezclaba el rock brasileño y los Beatles, gracias a su participación en diferentes programas de televisión.

Roberto Carlos durante la década de los años 60, se convirtió en todo un ídolo para las jóvenes brasileñas, que le consideraban el Elvis Presley de Brasil. El punto de inflexión de su carrera lo marcaría el prestigioso Festival de San Remo, uno de los principales eventos musicales del mundo, en el que resultó vencedor en 1968 con “Canzone per te”.

Ha vendido más 150 millones de discos. Caetano Veloso le definió como un cronista del sentimiento nacional. Aunque el siempre ha sentido que la crítica jamás le trató con el mismo respeto y seriedad que a artistas como Caetano Veloso, Gilberto Gil o João Gilberto, que su música más “sencilla” impresionaba menos a los críticos. Pero el legado musical de Roberto Carlos es incuestionable. Hoy les propongo “Namoradinha de um amigo meu” uno de sus mayores éxitos de su primera época publicado en 1966, el primer tema del artista brasileño que conocí, cuando yo tenía 12 años.

Rafael Gómez de Marcos

Enamorado de la vida, reivindico mi infancia, mi verdadera patria, tres pilares, El Capitán Trueno, The Beatles y Joan Manuel Serrat, me fascina la ópera, me encanta bailar bachata y considero que decir cine americano es una redundancia. TVE no vio en mí ningún talento tras más de treinta años de servicios, Talento que me concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión en reconocimiento a mi trayectoria profesional. Nunca he estado afiliado a ningún sindicato y jamás he militado en ningún partido. Mi cita de bandera es una frase de José Ortega y Gasset: "Ser de la izquierda es, como ser la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral".

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