Terrorismo mediático. Por Unai Laño

Gallardo, Vicepresidente de Castilla- León no se corta un pelo con el terrorismo mediático de la Secta.

«Otro ejemplo del terrorismo mediático es el blanqueamiento a la extrema izquierda corrupta y al comunismo que se realiza desde RTVE»

En 16 ocasiones (contadas) fue repetido el término “extrema derecha” y “ultraderecha” en los 3 minutos que ayer lunes dedicó Informativos Telecinco a “informar” sobre las elecciones brasileñas en referencia al resultado obtenido por Jair Bolsonaro. Ni Ciudadanos llegó jamás a tanto. Fíjense en lo ridículo que parece catalogar de fascistas al 43,2% de la población brasileña, concretamente a 51.071.277 personas. Entiendo que debe de ser difícil asimilar el batacazo electoral, el cual, pese a todo pronóstico encuestador, la media otorgaba hasta 15 puntos a Lula Da Silva sobre Bolsonaro y la no necesidad de una segunda vuelta. Finalmente, ni en 5 puntos aventajó el líder comunista corrupto al conservador y todo sigue en juego hasta el próximo 30 de octubre. Háganse una idea del terrorismo informativo al que estamos sometidos.

 

Pero no nos vayamos tan lejos, continuemos relatando como los infectos y apesebrados medios de comunicación españoles en busca de su ración de alfalfa diaria, son capaces de batir el récord de felaciones políticas a dirigentes socialistas y comunistas mediante entrevistas cargadas de falsedades que baten audiencias. Ni hablar ya cabe del asqueroso blanqueamiento a la extrema izquierda corrupta y al comunismo que se realiza continuamente desde RTVE financiada entre los impuestos de todos. No es para menos, las izquierdas controlan 5 de las 6 cadenas de televisión generalista en España, aparte de la censura en las redes sociales, y de los panfletos en los libros de texto. Lo mismo emiten a Franco sobrevolando en helicóptero que informan acerca de las veces que acude a hacer sus necesidades Georgia Meloni o los paseos de Mariano Rajoy haciendo footing durante el confinamiento. De la situación en la que el Foro de São Paulo somete a México, Nicaragua, Cuba, Panamá, Honduras, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Chile y Argentina ni rastro. Resumiendo, la izquierda ha sumido Latinoamérica en la más miseria y ruina absoluta y Bolsonaro es su único dique de contención, de ahí su afán y ansia para terminar con él.

 

Pan y circo señores, mientras el segundo está garantizado el problema llega cuando el primero escasea y no hay cortinas de humo ultraderechistas que lo puedan tapar. Me haría gracia si la financiación de estos canales proviniese de sus propios anunciantes, cuando es el Gobierno el que los riega con millones de euros provenientes de nuestros impuestos la broma deja de tener gracia. Pero la cosa aquí no queda, ¿Qué me dicen de la terrorífica pandemia que tantas vidas humanas sesgaba y todas las portadas ocupaba desapareciendo de la noche a la mañana en favor de Ucrania y su amado líder Zelensky? ¿O el silencio de las nacionalidades de los autores de las violaciones a menores cuando estos no comen jamón y no conviene informar de ello, no vaya a ser que creemos racismo y dejemos de respetar sus magníficas costumbres? En definitiva, algo inexplicable para los mortales como yo que al no ser ni “rojos ni maricones”, no encontramos nuestro sitio ni social ni mediáticamente.

 

Concluyendo, bandas organizadas de la comunicación (Atresmedia, PRISA y Mediaset) que han secuestrado a la opinión pública, y con ella a la democracia, utilizando para ello una indiscriminada campaña de desinformación y alarma social, financiada por los poderes políticos para tener dominada y controlada a la población. Tres cuartas partes de lo mismo sucede con la prensa y redes sociales, obedeciendo todas a las mismas élites globalistas dirigidas por los mismos burócratas. Se informa tan poco en la era de la información…

Unai L. Matas

Mi nombre es Unai Laño Matas, tengo 20 años y resido en el País Vasco, doblemente por ello español. Defensor del constitucionalismo y la unidad de España en estas tierras hacen que mi lucha se convierta en obligación más que afición. Siempre he considerado pilar básico fundamental la batalla cultural y la no sumisión ante la izquierda. El verdadero español no lucha porque odia, sino porque ama lo que tiene detrás.

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