
«Ha arengado el Gran Cantamañanas Monclovita, sobre sus ‘impuestos sociales’, que superan todos los récords que en ‘estepaís’ son recordados»
Ha ‘arengado’ hoy, El Gran Cantamañanas Monclovita,
sobre sus ‘impuestos sociales’, que «superan todos los récords que en ‘estepaís’
son recordados..»
Bien es cierto que lo hizo con esa humildad suya, tan característica,
que, más que a un presidente al uso,
recuerda a un auténtico franciscano.
Pese a todo el empeño que pusiera, sin embargo,
la malvada oposición no salió para nada convencida.
Y hasta desde dentro del Gobierno le acusaron
de aumentar el gasto en Defensa alegremente y sin medida.
Cuentan que en un conciliábulo aparte, del sector morado,
Echenique, cada vez más crecido, el tío, hablara de esta guisa:
-En lo que a mí se defiede, no gastaba un eudo… ni en tidachinas!
Los suyos, como es natural, a coro todos aplaudieron,
dedicándole un ‘tango alegre’ que versaba sobre ‘domingas’
A Eche -siempre tan adusto-, hasta los ojos se le enternecieron…
al observar como, torso abajo, se le alegraba… la minga!
«¡Carajo -soltó alguien-: es cosa que no sucede todos los días!»
¡Y otro coro de aplausos
que sus emotivos lagrimones obtuvieron!
Por un minuto, amigos, es el caso
que hasta de los impuestos se olvidaron:
Tienen, últimamente, tan pocas alegrías…;
y ven, a su partido, tan cerca del ocaso…