Con la política del psicópata hemos topado amigo Sancho. Por Rodolfo Arévalo

Con la política del psicópata hemos topado amigo Sancho.

«Creo que todos sabemos a qué me refiero cuando hablo de neurosis y psicopatías. Con la política hemos topado amigo Sancho»

Siempre he sido una persona respetuosa con los demás y sus ideologías de hecho con veinte años tenía amigos, desde comunistas rojísimos, hasta fascistas azuladísimos, porque una cosa es el pensamiento político y otra la relación con las personas. Encontrar una, infinitamente perversa y malvada, solo se puede conseguir si puede encuadrarse al individuo en una enfermedad mental. Si es un psicópata, y aunque sea consciente del mal que causa, es bastante probable que no pueda evitarlo.

 

Pero dado que es así, no entiendo el motivo por el cuál, no se separa del resto de los mortales a estas personas. Recluirlas aparte en lugares en los que puedan vivir sin hacer daño a otras sería lo lógico. ¿Lo lógico? No sé, es así, y sin embargo tenemos psicópatas por doquier en distintos grados, desde los meros individuos, corrientes y molientes que no destacan por nada, hasta altos dignatarios políticos. ¿Será que es un requisito necesario para detentar el poder? ¿O simplemente para ser humanos? ¿Es esta una enfermedad sin la cuál sería difícil que hubiera cargos dirigentes? Me temo que sí, que si no es imprescindible, gran parte de las personas en esos puestos están ahí gracias en parte a ciertos grados de psicopatías.

 

Desde luego ninguno será consciente de que lo es, pero observados desde fuera, muchos lo verán claramente. Afortunadamente no todos los dirigentes lo son y hay de todo como en botica. Me da a mi en la nariz que ser humano conlleva cierto grado de enfermedad, que es algo así como el famoso pecado original del que habla la Biblia.

 

La mayor parte de la gente no tiene tiempo ni ganas para reflexionar sobre este asunto, por lo que lo ignora, desde luego no es imprescindible pensar en ello para llevar una vida normal. Ignoramos tantas cosas que nos afectan íntimamente que desde luego ser animales racionales se hace bastante cuesta arriba la mayoría de las veces. ¿Es por esto por lo que puestos en guerra los demás seres humanos tan solo son para nosotros, enemigos, carne de cañón?

 

A veces he pensado en un zoológico, si no fuera por los vigilantes y cuidadores que suministran el cuidado y la comida así como la supervisión y vigilancia, todo el recinto acabaría sumido en el caos, todo es aleatorio, no tienen porque existir normas y reglas, de hecho, si existen es precisamente por esto, porque los seres humanos, animales como cualquiera otros, aunque se nos ponga la etiqueta de racionales, somos ante todo eso, animales. Es duro reconocerlo, pero de la grandiosidad del amor y del espíritu elevado de los pensamientos más elaborados, se pasa en segundos al estado animal más perfecto cuando nos llama la naturaleza, somos esclavos, por mucho que pueda molestarnos nuestra esencia primate, somos animales y es imposible escapar de ello, en algún momento se nos escapa el animal en forma de pensamiento, palabra u obra y es imposible evitarlo, sí, controlarlo, pero no evitarlo, el pensamiento está ahí así como la parte del cerebro reptiliano que nos ordena huye o ataca.

 

Además las necesidades fisiológicas nos atan cruelmente a las necesidades físicas, y aunque seamos capaces de escribir poemas impresionantes o músicas inolvidables, seguimos permaneciendo bajo la piel inmutable del animal primigenio. Los animales no racionales no son buenos o malos, simplemente lo son y responden frente al mundo que los rodea de manera lógica, adecuada a la situación y lógicamente de manera egoísta por el instinto de supervivencia.

 

De todo esto surge la pregunta es necesario cierto grado de enfermedad mental para ser humano, creo que sí, que en cierto grado es algo que nos hace humanos, por muy horroroso y doloroso que resulte. El mundo es lo que es en la actualidad, en parte porque los seres humanos lo hemos conformado así y por eso somos responsables de que pueda sobrevivir para ser el hogar de nuestros hijos. Quizás esta sea la única razón que, en cierta forma, pueda justificar nuestra existencia dado lo perversos que podemos llegar a ser.

 

Por esto, siempre he sido una persona respetuosa con los demás y sus ideologías, de hecho con veinte años tenía amigos, desde comunistas rojísimos, hasta fascistas azuladísimos, porque una cosa es el pensamiento político y otra la relación con las personas. Pero hoy en día ha aparecido un problema añadido, los animales humanos nada preparados que se creen lo que no son y que desean ocupar cargos para los que no están preparados, o física o intelectualmente y es entonces cuando se crean disonancias cognitivas entre el sentido común y el caos del pensamiento de algunas de estas personas, que no han logrado ordenar sus sentimientos y pensamientos, vamos que sufren enfermedades mentales con neurosis, más o menos importantes. Creo que todos sabemos a qué me refiero. Con la política hemos topado amigo Sancho.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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