¡MUY BUENOS DíAS!
Jueves, comenzamos la mañana en La Paseata con la colaboración de un lector. Por si no lo sabéis, este es vuestro día y cuento con uno de vosotros. Si alguno queréis participar en este saludo matinal, poneros en contacto conmigo o con la revista.
Hoy Ascensión está con nosotros. Amante del arte, de la pintura, dedicando parte de su tiempo libre a ello, ya es la tercera vez que colabora. Su cuenta en la red social de twitter es @ascenmoyu
Os presentamos la obra de un artista del que, estoy segura, habéis visto sus pinturas en más de una ocasión. En ellas se encuentra color, detalles y una gran belleza. La delicadeza con la que pinta la esencia de la mujer es asombrosa.
konstantin Razumov. Moscú 1974. Pintor ruso. Realista, impresionista.

«El humo del cigarrillo» Por Ascensión
El cuadro muestra una mujer que en sus atuendos elegantes y
sofisticados a la par que sexy, va a fumar mientras toma un cafe, está
relajada, como si estuviese esperando a alguien.
Tan especial como lo demuestra su generoso collar de perlas
y ese sutil tul con el que cubre sus desnudos hombros.
Mira por las cristaleras donde se refleja un día claro,
está pensativa y distrae su tiempo mirando la calle.
El cigarrillo espera apagado quizá a
que alguien se acerque y lo encienda.
Sus movimientos elegantes y sofisticados se adivinan
en la posición de sus manos.
Esto es todo lo que se aprecia en una pintura
que ademas de su realismo se notan los
trazos de impresionismo que plasma
todo el romantismo que espresa el retrato.
«El humo del cigarrillo» Por Mila Soyyo
Un café, interior que se imagina donde no te deja ver
los detalles sumergidos en un lienzo y pincel
serenidad que acompaña, en su rostro, en su hacer
una mirada reposa, cristales no romperé, esperando ha de ser.
De azul, azul eterno,
tranquilidad, inspiración, calma y sosiego,
sinceridad, pura intuición, inmenso verso
así vistió, fue la ocasión, hermoso encuentro.
Una espera tan preciada como un beso
un deseo acariciar el universo
así eres tú, entre abrazos musitó
el cigarrillo ni siquiera se encendió
un café llamó a su puerta esa vez
con un «te quiero».
***
Finalizo, no sin antes agradecer a Ascensión su participación en este “muy buenos días” tan especial, a la vez que también se lo agradezco a nuestro Editor jefe Manuel Artero, ya que lo hace posible.
La Paseata os desea que paséis un maravilloso jueves
MMB