Conversaciones en el andamio: ¿Dónde te crees que estás reina? Por Francisco Gómez Valencia

Conversaciones en el andamio. ¿Dónde te crees que estás reina?

En un bar de Madrid, un grupo de compañeros de trabajó al terminar su jornada (echando unas cañas y unas tapas en libertad), bromean con la nueva compañera que acaba de llegar a la capital trasladada desde Barcelona y claro; están de cachondeo por lo del video promocional de Madrid con Mario Vaquerizo (el marido de ‘la Alaska’, ya saben: la de los Pegamoides y tal; pues eso…), haciendo de camarero ‘enrollao’ con su habitual puntito ‘monguer, y va y suelta la aldeana progre…

– Llevo dos días en Madrid y no puedo quitarme de la nariz el olor a tubo de escape, ni de la boca la sensación de estar masticando partículas en suspensión (o sea contaminación) ¿Cómo lo hacéis los que vivís aquí?

– Pues mira; aquí nos comemos los unos a los otros pero lo disimulamos bien… ¡ah! y votamos a Ayuso, jajajaja…

– Bueno, otros preferimos ingresar en una secta apocalíptica y hacemos cosas nihilistas, como votar a Ayuso, jajajajaja.

– Pues yo me quedo con la Mahou, las bravas, los calamares del Brillante y con Ayuso, Jajajajaja.

– Bueno… no todo será tan perfecto, también está la opción de tener que joderos y apretar los dientes, sabiendo que no queda otra que esperar un necesario cambio a la izquierda en mayo, jijiji…

– Sí, es bien sabido que en mayo desaparecerá la contaminación y seguirá Ayuso… jajajaja, pero tú; ¿Dónde te crees que estás reina?

Feliz día de Santa Martina.

Españistan 30|01|23

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

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