
«Con el deseo de un gran día, reflexiono con Marco Aurelio sobre la fuente de todas las cosas»
«Asia, Europa, rincones del mundo; el mar entero, una gota de agua; el Atos, un pequeño terrón del mundo; todo el tiempo presente, un instante de la eternidad; todo es pequeño, mutable, caduco. Todo procede de allá, arrancando de aquel común principio guía o derivando de él. En efecto, las fauces del león, el veneno y todo lo que hace mal, como las espinas, como el cenagal, son engendros de aquellas cosas venerables y bellas. No te imagines, pues, que esas cosas son ajenas a aquel a quien tú veneras; antes bien, reflexiona sobre la fuente de todas las cosas»
(«Meditaciones», Libro VI-36)

MARCO AURELIO, filósofo estoico y emperador de Roma
(26 de abril de 121. Roma-17 de marzo de 180) (58 años)
Un placer leerte, Mercedes. Siempre, una lección de buen gusto.