¡MUY BUENOS DÍAS!
Os deseamos que paséis un fantástico Jueves y hoy, cuento con la colaboración de José Antonio Marín Ayala. Os traigo una obra atractiva, de esas que nos transportan a otro tiempo, a un pasado de película. Debido a que no he encontrado el título de la obra que os presentamos, lo añadiré según observe la ilustración.
Para José Antonio el explayarse escribiendo, es tan sencillo. Mira que le digo “que sea cortito”, ¡pues nada! ¡No me hace ni caso! Claro, que una vez leo su escrito no puedo ni quiero quitar nada, ya que lo hace tan bonito. Después me toca a mí, tengo que ser recogidita en letras y como casi siempre mirar la ilustración y volar…
Contaros del artista, que se formó tradicionalmente, licenciado con matrícula de honor en la Tylor School of Art de Filadelfia en 1981. Uso de óleo y acrílico durante años, avanzando en el mundo digital. Ha realizado publicaciones para directores de cine de gran prestigio, así como ilustraciones en portadas de libros para autores reconocidos como John Grisham, Iris Johansen… No solo trabaja el romanticismo sino que también se centra en lo paranormal y en el suspense en sus trabajos.
Alan Ayers. Gainesville (Florida). Ilustrador.

“Desilusión en la mirada” Por José Antonio Marín Ayala
Cartas, cartas, cartas…
Cartas cargadas de esperanza, de alegría e ilusión.
Las que desatan las risas, las que te alegran el alma,
las que tienen un sabor dulce a Navidad y a la familiar reunión.
Cartas con garabatos vigorosos que expresan
hondos sentimientos y azuzan la pasión.
Cartas que te hacen cosquillas en lo más profundo de tu interior;
las que iluminan tu rostro cuando lees su contenido
con expectante atención.
Cartas llenas de deseos y de futuros proyectos
sin trabas ni condición.
Cartas que reconfortan el alma y te dan de alegría el subidón.
Cartas con olor a rosas llenas de nostalgia y de amor.
Cartas con el poema del amado que quedará prendido
en lo más hondo del corazón.
Cartas que llevan un mensaje
de esperanza en la reconciliación.
Pero hay cartas con similar formato
que te destrozan la vida sin aviso ni remisión.
Cartas que ofenden el espíritu, al honor y la razón,
y que sumergen al que las recibe en la más profunda irritación.
Cartas con trazos torcidos que tiznan sobre el papel blanco
la amarga y profunda frustración.
Cartas cargadas de tristeza con imágenes de trinchera,
con olor a carne quemada y de profunda desolación.
Cartas de la madre al hijo amado que recorrerán leguas de guerra
y quedarán en poder del censor.
Cartas con membretes militares de lamento del oficial al mando
por una lamentable defunción.
Cartas que nadie hubiera querido dar acuse de su recepción.
Son las que parten el alma en dos y la destrozan con desazón.
Las que surgen como un volcán del fondo
volviéndonos locos de desesperación.
Cartas con el sabor amargo de la pérdida y la ilusión.
Cartas que recogen por escrito los últimos pensamientos
del que recurrió al suicidio con plena determinación.
Cartas del amante no correspondido por el ingrato desamor
y que nunca llegarán a su destino perdiendo en el camino todo su calor.
Cartas hirientes como espinas que desatan las lágrimas
y que se clavan inmisericordes en lo más profundo del corazón.
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“Desilusión en la mirada” Por Mila Soyyo
Vestida de gala, elegante te encuentras
sentada en sillón descalza, tus pies elevas
y veo, ojos desilusionados, incluso hasta yo diría
pensativos, disgustados, con certeza.
Una habitación de lujo, con detalles exquisitos
planta, flores, cuadro, velas, sillón refinado
Y unas cortinas me dicen que has pasado
mala noche, has pasado noche en vela.
Unas cartas, caídas o tiradas, en el suelo se presentan
te aferras a la última hoja, donde él te dice
que te amó, ya nada de ello tiene valor,
el desamor llegó a su puerta.
Esa puerta que se cierra, para ti, no hay más vueltas
tendrás que hacerte a la idea, un dolor que te atormenta
y en la noche te arreglaste pensando que el vendría
con una carta arregló lo que en años no veías
te repondrás con el tiempo, la ilusión se ha vuelto herida
amar cuando no te aman, eterna melancolía.
MMB