Mohamed el Innombrable. Por Antonio E.

Mohamed el Innombrable. Ilustración de Linda Galmor

«Mucho se ha escrito, y se seguirá escribiendo, acerca del servilismo que muestra esta rémora de presidente que sufrimos ante Mohamed el Innombrable»

Escribir sobre un gobierno de necios y sectarios se está poniendo imposible. No pasa día en que sus necedades y ocurrencias anulen el trabajo del día anterior. Si en lugar de un gobierno de teleñecos hubiera uno más serio y capaz, estos contratiempos no tendrían lugar y la crítica sería más sosegada.

Lo que ayer era válido para estos acróbatas, al día siguiente deja de serlo y pasa a convertirse en antiguo, quedando en evidencia las críticas que a sí mismos se hacen unos a unas y unas a otros. La conjura de los necios en bucle, actualizada hasta la saciedad por el embustero que les comanda.

Mucho se ha escrito, y se seguirá escribiendo, acerca del servilismo que muestra esta rémora de presidente que sufrimos ante el rey de Marruecos y sus intereses particulares. No es novedad: si el de las cejas se retrató delante de un mapa marroquí en el que Ceuta Melilla y Canarias figuraban como posesiones marroquís, este sujeto lo hace ahora ante la bandera nacional en posición de rendición. A más, se ha especializado en postrarse sumiso y servil ante el sátrapa alauí, a punto de romperse el cuello ante tanto cabezazo que da.

Lo cierto es que esto último da que pensar conociendo al sujeto, un tipo ensoberbecido y pagado de sí mismo, cuyo comportamiento ruin y despreciable deja muy poco a la imaginación. Es ruin para con los que no se postran ante él, pero sobre todo es despreciable para los que no pueden ni siquiera contestarle. Convenía que Feijóo dejase de soñar con pactar cualquier asunto con semejante elemento, para el innombrable las reglas y los pactos están para incumplirlos.

Si este fulano dedicara el tiempo a hacer algo de provecho, y no a enaltecerse a sí mismo, quizá no sería él. El genio de la farfolla, al servicio del peor presidente del gobierno desde febrero de 1936, sin duda alguna. Remontarse más atrás de esa maldita fecha, solo produciría dolor de cabeza, por tanto, lo dejare por hoy así.

Se rumorea que su afán por lamer las babuchas del moro, se debe al contenido que había en su móvil. Algo de esto debe haber cuando hasta hace poco despreciaba, al que hoy sirve con fruición y pleitesía.

No dudó en fotografiarse ante el poster del moro, tras vendernos una cumbre estratosférica, a la que ni siquiera acudió su amo Mohamed. No le importó quedar como lo que todos sabemos que es, un vulgar embustero, un don nadie, un simple zarpas. Anteponer los interese de otra nación, a los de la nación que gobierna, ni es digno, ni es correcto, es más propio de un canalla.

Este tipo preparó la cumbre desplazando a la mitad de su harén ministerial, Marruecos le trató como a un don nadie. Las asistencias se negocian antes, es de primero de diplomacia. Pero para este buscavidas, la nada es su guía, y su guía, siempre queda en nada. Nadie y menos este miserable, permitiría que alguien reinterpretara el medievo, donde acaba su espalda, menos con Mohamed, ante el que cede, y se agacha.

Tiene que ser muy triste ir por la vida comprando amistades, aliados reuniones y mandangas, subvencionando lo que desconoce, dando lo que nadie espera, siempre cediendo, concediendo y regalando, derrochando dinero público, diciendo que no es de nadie. La nada con doctorado, que sigue siendo nada. Y es que no hay nada peor, que ser un político embustero y cobarde, y si encima preside un país, añade a sus méritos ser ruin miserable embustero y encima cobarde.

Tener a la satrapía de Marruecos como vecino, es como tener un ocupa en el comedor de casa. Pese a lo que diga el ministerio del interior, por boca del mínimo Marlasca, soportamos más de millón y medio de marroquís (posiblemente dos) de los cuales una ínfima parte trabaja. El resto vive holgadamente del noble arte de tocarse, el turbante. No generalizo, pero tampoco callo lo que es del dominio de la calle.

La población marroquí disfruta de un sinfín de servicios: sanidad, enseñanza, comedor escolar, pagas sociales, ayudas alimentarias, alquileres subvencionados (viviendas, muchas veces ocupadas) transporte urbano, ayudas, luz, gas y agua todo ello gratis. Muy pocos marroquís intentan integrarse, más bien todo lo contrario. Poco a poco van ocupando los barrios más desfavorecidos, constituyendo guetos que más pronto que tarde se convertirán en problemas importantes.

También es sabido que pululan entre nosotros un número importante de su población carcelaria (está publicado) No solo lumpen marroquí, también argelinos y de otros lares. Han convertido España es un parque temático, para delincuentes de todas partes.

Al político no le importa que liberen delincuentes entre las más desfavorecidas capas sociales, para ellos eso, no es importante. Cada cuatro años nos pedirán el voto, y aunque pasen veinte mil años, esta recua de marranos, seguirán sin hacer nada por nadie. Favorecer el problema solo hará que éste aumente, y cuando reviente, solo espero que les alcance.

Visiten nuestros barrios, hablen con nuestros mayores, desterrados por fuerza de sus parques, entonces entenderán porqué se quedan en sus casas, indefensos y vulnerables. Vean con que gentuza tienen que convivir, como soportan y resisten el embate, mientras estos cerdos disfrutan de nuestro dinero diciendo que no es de nadie.

Háganse una pregunta ¿vivirían ustedes entre esa calaña? Si la respuesta es no, trabajen para repararla y si responden si, no se extrañen de que les llamen a ustedes canallas y miserables.

A los menores marroquís, MENAS, les deberían educar sus padres. En nombre de qué o de quién estas mafias gubernamentales se arrogan el derecho a educar a nadie, más aún cuando esos jóvenes tienen padres y madres. Y si no les tienen está su gobierno, como máximo responsable. Acoger al que no quiere integrarse, es de irresponsables, de gentuza y de miserables.

Este gobierno de inútiles no ha hecho otra cosa que potenciar el drama, liberando criminales, golpistas, ladronazos y pederastas, violadores y pedófilos, ilegales rufianes y canallas. Esto solo podía venir, de un gobierno inconsciente, inútil sectario canalla y despreciable.

 

Antonio E.

“Lo valioso no es lo conseguido, lo verdaderamente importante es mantenerlo”. Nacido en Valladolid, diplomado en el noble arte de trabajar y doctorando en la disciplina más importante que existe: conseguir ser un buen español. Autor de varios libros, desde siempre me gustó leer la historia de mi país, aprenderla, estudiarla y compartirla. Su desconocimiento nos aboca, irremediablemente, a tropezar en las mismas piedras de siempre. Odio la doblez, la traición, el engaño y la cobardía, rasgos que abundan cada vez más en nuestra sociedad.

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