Bullying y psicópatas. Por Rodolfo Arévalo

Bullying y psicópatas.

«Me chirrían los casos de bullying en los colegios que pueden hacer que niñas de doce años acaben saltando por el balcón»

Últimamente me siento alienado, no creo tener nada que ver con lo que nos rodea, no me siento uno más entre los seres humanos. Hay cosas que me resultan incomprensibles. Sin ir más lejos, y empezando por lo más básico, me chirrían los casos de “bullying” en los colegios que pueden hacer que niñas de doce años acaben saltando por el balcón de sus casas ante la desesperación de no tener una salida.

 

Los psicópatas y matones lo son desde la más tierna infancia y ni las direcciones de los colegios, ni los padres, ni las autoridades educativas hacen nada para remediarlo. Dicen, son cosas de “chicos”. ¿Dónde están los departamentos de psicología de los que tanto se presume en los modernos colegio del siglo XXI, parecen autistas, ausentes de toda realidad. Me gustaría ver a más de uno de los que o no se enteran o hacen dejación de funciones, renuncian a acción y compromiso, y además renuncian a su labor tutorial, por falta de rigor en la vigilancia que le encomiendan los padres sobre sus hijos, asumir su responsabilidad.

 

Pero claro pedir responsabilidad en la sociedad infantiloide que nos rodea es casi imposible. Ya va siendo hora de que alguien en las alturas, ¡Gobiernos incluidos!, ¿Sánchez…estas? ¿Ministro de educación… estás? Digo que, comiencen a tomar cartas en el asunto y se empiecen a hacer leyes contra los abusadores, tengan la edad que tengan, pues como se ve, los psicópatas abundan en el mundo, desde los más tiernos años escolares, hasta los de los más crueles y despiadados gobernantes como Putin.

 

¡Algo habrá que hacer, no! O se toman medidas médicas o psicológicas, o se empieza a tratar a estos enfermos por muy jóvenes que sean como responsables de delitos graves contra otros seres humanos. Yo no descartaría una demanda por homicidio por inducción a los alumnos agresores. No basta con un castigo escolar, ni siquiera con un reformatorio, lugar del que saldrán peor, hay que tomar medidas reeducativas, que incluyan hasta la comprensión por los defectos de los demás y la asunción de los propios. Si estas cosas no se han podido enseñar en el entorno familiar más inmediato, es que el problema está enraizado en algunas personas. Hay que corregir estos comportamientos desde, casi la guardería, porque ahí se empiezan a ver los niños que son más agresivos con los demás.

 

Si queremos una sociedad tranquila y justa, no podemos permitir, ni siquiera pasar, cualquier comportamiento que sea sacar los pies del tiesto, por muy infantes de que se trate. Y sintiéndolo mucho por las familias que tengan algún miembro, posible pequeño psicópata, estas deberán reaccionar de manera seria con sus retoños, aunque esto cause problemas en la familia, porque esta es la responsable de educar a los seres humanos y esta labor no puede ser sustituida por los profesores y colegios.

 

Nos quejamos frecuentemente de la poca solidaridad de las personas, de su incivismo, conduciendo, trabajando, o en su vida social y no nos damos cuenta de que los primeros responsables somos nosotros mismos. Fustigamos psicológicamente a nuestros hijos a ser los mejores, a quedar siempre por encima como el aceite a costa de lo que sea. Hay quienes incluso regañan a quienes se defienden cuando otro niño les pega y no, no debería ser así. El derecho a defenderse está por encima de cualquier otra valoración. Si eso lo aceptamos de un país como Ucrania, defendiéndose de Putin, también deberemos aceptarlo en cualquier caso más o menos grande.

 

La tranquilidad y estabilidad del mundo, tanto el nuestro pequeño de andar por casa, como el universal debemos garantizarlo, con el derecho a castigo del infractor. Si las medidas a adoptar son fuertes y dolorosas, estas evitarán en el futuro tener que convivir con muchos seres, pagados de sí mismos y antisociales. Por todo esto es por lo que no creo tener nada que ver con lo que nos rodea, no me siento uno más entre los seres humanos. Hay cosas que me resultan incomprensibles. Sin ir más lejos, y empezando por lo más básico, me chirrían los casos de “bullying” en los colegios que pueden hacer que niñas de doce años acaben saltando por el balcón de sus casas ante la desesperación de no tener una salida. Si ustedes opinan de otra manera, me parece asumible, pero desde luego no humano. Refrendarían mi pensamiento de que los seres humanos no hemos dejado el estado de simios, no hemos bajado de los árboles, somos sabios eso sí, pero crueles a más no poder.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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