
«La vuelta al mundo en un dedal: Pedro Aragonés, ‘el mini yo del procés’, y la Colau, alias ‘la petarda okupa’, dieron soberbio plantón al Rey»
(a)
Pedro Aragonés, ‘el mini yo del procés’,
y la alcaldesa Colau, alias ‘la petarda okupa’,
dieron, ambos, SOBERBIO plantón al Rey;
SOBERBIO, sí; mas no por su magnificencia,
sino porque la educación brilló por su ausencia
(b)
para dejar paso a su petulancia y a su bajeza,
claros síntomas de todo aquel que plebeyo es:
sobre levantar apenas un palmo de ras de tierra
-no hay culpa en aquello que da la naturaleza-,
hacen desprecio de su ya escasa inteligencia
para apuntar más alto que nadie… en pura altivez;
(c)
al punto que la triste enjundia de ‘La mula Francis’ y ‘El burro flautista’
sin duda agradecerían, a ‘los dioses separatistas’,
en sus rebuznadores caletres cupiera alguna vez.
A tal extremo alcanza, sí, su zafia y miserable estupidez.

(d)
Es claro que la política no sólo pervierte los cerebros
o hace aflorar lo peor de cualquier ser humano:
el poder, lejos de lo q se piensa, no aguza los sentidos
salvo el del propio YO, que se ve mil veces aumentado:
sin apenas darse uno cuenta, el monstruito dormido
(e)
que siempre estuvo ahí latente, de repente ha despertado.
Y, en adelante, el YO ‘engordado’ vivirá ya por siempre bajo su atroz dominio.
Hasta que llegue el trágico día en que el ‘monstruito’,
a fuerza de ‘engordar y engordar’, acaso al MONSTRUO dé paso:
(f)
¡Será entonces su mundo en derredor
quien habrá de pagarlo caro!
1º, los próximos; los ‘íntimos’; los más cercanos;
quienes estén, por así decir, ‘al alcance d su mano.’
Pero EL MONSTRUO es insaciable:
ávido de mal, sediento de sangre, voraz,
apetece más y más: ¡No hay ya quien le pare!
(g)
No; no es fácil -¡a Dios gracias!- llegar a MONSTRUO.
La mayoría de ‘malas bestias’ que nos tropezamos por el camino
deben conformarse con su humilde condición de ‘monstruitos’.
Pero cuando EL MONSTRUO ‘ruge’, cuando se muestra al mundo,

(h)
suele ser ya demasiado tarde para frenarle… con ‘cuentos chinos’:
O nos unimos TODOS contra él… ¡O estamos TODOS perdidos!
Hablo, aquí y ahora, del MONSTRUO Putin, claro;
que, en España, ¡ETARRAS los hemos tenido!
Y a menudo siento, con rabia y con honda tristeza,
(i)
que nada aún sobre LOS MONSTRUOS hemos aprendido.
Y las víctimas, amigos, no se merecen semejante vileza.
Ojalá, cuando por las noches nos pongamos a rezar,
o cuando al fin nos toque volver a votar,
no haya caído todo ello en el olvido:
a veces SER JUSTO es simplemente RECORDAR.
