en 22 marzo 202322 marzo 2023Relatos

Conversaciones en el andamio: Mociones en vaso ‘on the rocks’. Por Francisco Gómez Valencia

Francisco G. Valencia Deja un comentario

Conversaciones en el andamio. Mociones en vaso ‘on the rocks’.

– ¡Maestro! ¿siguió usted ayer la primera entrega de la moción?

– No, estaba haciendo feng shui sobre el andamio.

– ¡Ah! ¿Y está de acuerdo con ella?

– Mi querido padawan… ¿sirve para algo? ¡Contéstame ya que te carcome la curiosidad!

– A ver, depende de cómo se mire y de quien lo cuente pero bueno… yo creo que en política cuando el que manda se equivoca ‘asin’, no hay que despistarlo.

– Ya veo… yo tampoco bebo alcohol por las mañanas ¡Fíjate que ni tan siquiera con mucho hielo y en vaso ‘on the rocks’! Uno ya está para infusiones ‘desas’ y tal…

Feliz día de San Bienvenido Scotivoli.

Españistan 22|03|23

conversaciones en el andamio moción de censura

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.