Una sociedad sin sentido de lo trascendente, sin juticia ni visión de futuro ni perspectiva de conjunto, sin un código claro de comunicación, directo y sin prostituir que es la lengua, y sin unos jueces independiente, en todos los escalones y ámbitos, y procedentes de la carrera judicial, avanza hacia su destrucción e imposibilita que nos sintamos libres e iguales
El Caso Blanquerna, como tantos otros, y la necesaria Justicia
