«Y tú más» es el lema que abandera nuestro bipartidismo político. El mismo grito existencial, la misma causa común, el único y pobre argumento que vociferan tanto el P.P. como el P.S.O.E.
Zapatero, ese «trasgo» de presidente de Gobierno, que lució el nudo de la corbata sucio en el publireportaje de la Sexta del pasado fin de semana, acaba de decir que la culpa del paro la tiene el principal partido de la oposición, y más en concreto, Aznar. Y este, al igual que Felipe González, utiliza la misma táctica. El «Itumasismo«, la única que parece, se les ocurre a nuestros políticos, enredados ahora en plena campaña electoral.
Abro hoy el buzón de correos y leo los mensajes que me envían los aspirantes a la Alcaldía y la Comunidad de Madrid. Y alucino. Jaime Lissavetzky, el candidato del P.S.O.E. dice: «Los madrileños no debemos resignarnos a aceptar como inevitable una política que está generando una deuda imposible, despilfarrando el dinero público, difiicultando la capacidad de crecimiento y la creación de empleo.…»
¿ Es esta consigna, acaso el órdago del «Y tu más», el último rizo de la insensatez política, o sencillamente significa que el candidato socialista es un agente oculto del partido Popular?. ¿Acaso sus frases no definen la política que realiza su jefe de filas, ese trasgo de Presidente que ha endeudado a España, despilfarrando el dinero público y dificultado, por tanto, la capacidad de crecimiento y la creación de empleo. Surrealismo político.