¿Están locos estos griegos?

Me he desayunado con las opiniones doctas de los gurús mediáticos de la izquierda española, tan ripiosos, dignos y, en esencia, indocumentados. Hablo del tema que a todos nos ocupa hoy, del referendum propuesto por Papandreu del que los «intelectuales» de Rubalcaba han dicho que el pueblo griego demócrata está siendo atacado por los mercados. Y se han quedado tan campantes. Y además, ideólogos de pacotilla, no se han dado cuenta que juegan a la contra de la postura oficial del partido para el que reclaman el voto,  el PSOE que, desgraciadamente no sabe donde está, colocarse y ni tan siquiera donde se le espera.

Resulta que, Yorgos Papandreu, superó una decisiva votación en el Parlamento griego a finales del mes de junio, para aprobar el plan de ajuste 2012-2015 para que su  país siguiera recibiendo el dinero de la UE y el FMI, y así  no entrara en quiebra. Así, Grecia recibió dos importantes inyecciones económicas, hasta hoy, por las que se comprometía a unos ajustes económicos que han soliviantado a sus sindicatos y han generado batallas campales en Atenas.

Y van y me dicen hoy que el impago de la deuda es un derecho frente a la dictadura de los mercados. Y yo me río por no llorar. Vamos que mi mujer y yo le decimos al director de la sucursal bancaria que voy a hacer un referendum con mis hijos, cuñados y suegros para decidir si pagamos la hipoteca de la casa o no, y me quedo tan tranquilo, porque me he gastado la cuota mensual en un porsche. !Vamos ya!

Acabo de llegar casa después de comer con unos buenos amigos, Macaón y Juan Tirado y hemos pedido para acompañar las fabes con almejas un rioja crianza. El camarero nos lo ha dado a probar antes de servirlo en las copas y después de darle el visto bueno lo hemos pagado. Estaba riquísimo. Pero lo de Papandreu y lo socialistas griegos no es de recibo. Ellos se han bebido la botella y agitando el casco, han dicho, después de beberlo, que el vino no les gustaba. Ni educación ni honor ni nada. ¿Y ahora qué?