Zapatero, de momento, no merece trabajar en el Consejo de Estado. Debe ir al paro. Sus decisiones han sido nefastas y parece que continúa con su equivocada deriva. Y eso que, por fin, le quedan pocas manos para jugar con las dos barajas que tiene marcadas como los tahures aprovechados. Una, la de su partido. Otra la del Gobierno de España.
Y por mi, que en la partida refundacional del PSOE que juegue como quiera. Aunque sería de recibo que no tirara por la borda el peso histórico y social que el PSOE merece en España. Pero en su partida como presidente debería permanecer callado y dejar hablar al compañero de mesa que le ha tocado en suerte, el ganador Rajoy. Y es que da a impresión que Zapatero, por no saber, ni sabe jugar al mus. Ha firmado ya el cese, y su gobierno piensa todavía en aprobar, el próximo viernes, reales decretos como la controvertida Ley Sinde, o Ley «antidescargas». De igual manera es vergonzoso, que en funciones, esté derivando a través de la cartera de Exteriores, el poco dinero que debe quedar en las arcas, a las fundaciones pensantes de los partidos políticos.
En este mes de interinidad que le queda, no debería seguir en la toma de decisiones, ni en las económicas ni en ninguna. Y miedo da que le toque en suerte acudir el día nueve de diciembre a la cumbre europea. Allí no debería ni mascullar un monosílabo que no esté escrito en el guión que le redacte Mariano Rajoy. A Zapatero, que no debe saber ni la seña del treinta y uno, tan solo le queda, si quiera sentarse con dignidad en la mesa del Consejo de Estado, ser el portavoz del P.P. en Europa.
Zapatero: ¿DIGNIDAD? – ¿Sabe él lo que es eso? – Por su falta de dignidad y traición ya tiene un HORIZONTE PENAL.
Los politicos se rien de nosotros