Aseguran tertulianos, periodistas especializados en política, y hasta intelectuales de la desinformación que el Partido Popular no comunica, mientras el PSOE es maestro en propaganda. Pero la aparición ante los medios del portavoz del Gobierno de Castilla La Mancha, el «pepero» Leandro Esteban en un almacén para mostrar el despilfarro del anterior gobierno de Barreda, hay que reconocer que tiene todos los elementos narrativos y de puesta en escena como para considerarla como de alta política propagandística. Vamos que el PSOE no lo habría hecho mejor.
Y me da algo de vergüenza ajena el leer y oír las justificaciones que dan algunos amigos. Hay quién me dice, por ejemplo, que una cosa es el derroche y otra el robo o cohecho en provecho propio, que la cosa, en definitiva no es tan grave. Y ante la que está cayendo puedo comprender el relativismo pero pienso que en este almacén de «merchandising» político lo verdaderamente gordo es el auténtico valor de las pequeñas cosas que cantó Serrat.
¿Qué es lo que pasa cuando un consejero de turismo encarga a un empresario, quizás amigo o del mismo partido, cien mil tazas de café, cinco mil relojes, veinte mil gafas o «chiquicintos» paraguas? Habría que investigar en las facturas emitidas, descubrir los tratos y acuerdos personales, la cuantía de las comisiones y un sinfín de detalles para deslindar el despilfarro del robo. ¿Qué significa para una imprenta local el encargo de seis ediciones de treinta mil libros de lujo a todo color con previo pago del treinta por ciento del encargo? ¿Y en esencia los poderes públicos no roban éticamente al derrochar el dinero de todos?
Es en definitiva una pequeña anécdota valorada en cerca de cuatro millones de euros. Casi nada. Una imagen. La del despilfarro del socialista Barreda, el que dijo públicamente que se consideraba estadista y no un contable administrativo. Vaya!. ya podía haber echado unos números.
Qué poca vergüenza…