Rodrigo Rato pide comparecer ante el Parlamento español con urgencia. Acebes al parecer se desmayó al conocer el titular del el periódico «El Mundo» del pasado domingo que aseguraba que la auditora de cuentas Deloitte le acusaba de conocer su informe sobre el agujero de Bankia. Y hasta leo por ahí que ese irresponsable político del PSOE que es Tomás Gómez asegura que el lo pensó antes pero que le UPyD de Rosa Díez se le adelantó al presentar la denuncia. Y es que no falta nada en este gazpacho veraniego del caso Bankia, ecuación de robo, boquete de números rojos, que creo se ha instalado en la opinión pública española como los jóvenes se quedan en casa de sus padres: para un largo plazo casi similar al siempre.
Pero una cosa es conocer y otra entender, comprender, analizar, asimilar… Con lo que si hay algo que comienza a clarear en este desastre, ya judicializado, es que las fronteras entre Banqueros, bancarios, bankster y políticos politicastros son difusas y una cosa es la profesionalidad y otra la ideología que permite engañar, hasta robar y luego conciliar el sueño en la caverna platónica de la justicia y la verdad.
Y en esa infinita escala de grises que compone la realidad están los directores de sucursal, los bancarios a sueldo que quizás se han visto coaccionados a engañar a sus clientes por los otro actores del drama en juego: los banqueros, los políticos y, sobre todo, los banksters. Y quizás hasta por los propios clientes dispuestos a ganar un buen interés. Todos queremos ganar pero, por ahora, casi todos perdemos. Esa es la ecuación.