Leo en la prensa, veo en los informativos y oigo en la radio, frases bien construidas, algunas incluso de talento, con una sola finalidad: disparar a la línea de flotación del enemigo. Informaciones bala y titulares cañón que no dan tregua en esta tormenta de problemas que sufre España. Me da la impresión que nunca como ahora los periodistas se han convertido en la primera línea de ataque de la clase política, sobre todo en esa Cataluña pesebre con coartada nacionalista. Aunque al menos así nos vamos enterando de cómo va nuestro estado del bienestar y, sobre todo, de los sucios trejemanejes del bienestar del estado.
Y en ese fragor de la batalla, me sorprende la poca información que se nos ofrece con respecto a Gribraltar donde las nuevas autoridades yanitas, que lidera Fabían Picardo, desde el pasado mes de marzo, cuando rompieron de manera unilateral un acuerdo anterior con la flota española, están obstaculizando la faena de los pescadores gaditanos que trabajan en esas aguas desde siempre.
Ayer mismo el ministro principal de Gibraltar se permitió redactar una carta oficial quejándose de la entrada de la Armada española dentro de las tres millas náuticas que rodean el Peñón y que reclama como propias, pero que España no le reconoce desde el Tratado de Utrech de 1713, por el que España cedió a la Corona británica la ciudad de Gibraltar junto a su puerto, defensas y fortaleza, pero no así el istmo que une el Peñón con la Península ni las aguas que rodean el Peñón.
En la misiva oficial, Fabían Picardo que ya ha retado al Gobierno español a acudir al Tribunal Internacional del Derecho del Mar para defender su posición sobre las aguas próximas al Peñón, menciona Europa, la cortesía internacional, las obligaciones de la OTAN y se atreve a equipararse a España como socios dentro de la Unión Europea. Y por ello me extraña que la prensa no refleje tamaño erupto mental y el Gobierno de Rajoy se limite a decir que España «no reconoce a Gibraltar más aguas que las del interior del puerto».
Una buena frase cuando se acompaña de un simbólico puñetazo encima de la mesa de negociación en la que previamente se ha colocado una foto del ministro zapaterista Moratinos que sobresale del dossier titulado «reuniones a tres», o algo así, de elaborada y contundente puesta en escena diplomática. Si no, con el frente de Gibraltar abierto, en España no cabe un problema Más en el perfil de nuestro dontancredo Rajoy.
Creia que el Gobierno de Rajoy iba solucionar el problema de Eta-Bildu y comparsas; el asqueroso y falaz comportamiento de los separatistas catalanes; el tema del aborto;la economia maltrecha que nos agobia; y alguno mas para no cansar. Veo que todo va demasiado despacio. Que pena y decepcion ¡
Querido Manuel, en el asunto del Peñón, como en el resto, llegamos tarde, mal y nunca. Ni España, ni la OTAN, ni la UE debieron consentir que las aguas de Gibraltar fueran un vertedero, el Peñón un paraiso fiscal, al mismo tiempo que una autopista de corrupción, tráfico de drogas, armas, etc… La actitud del impresentable F.Picardo, debería haber sido acotada por el Trib. Internacional, el cual, ni vela por los intereses de la mayoría, ni vale para mantener inalterables los Tratados. Ni los hijos de la Gran Bretaña valen para explotar esas aguas, ni consienten que trabajadores dignos lo hagan para mantener a sus hogares familiares. Las patrulleras de la G.Civil, están en un conflicto constante, velando por la seguridad de nuestros pescadores, sin amparo ni apoyo del este Gobierno en constante decadencia. España se nos va!!