Tacita a tacita, como en el chiste tópico de la catañería de los catalanes, incumplimiento legal tras incumplimiento, y mintiendo desde su Parlamento, sus medios de comunicación que pagamos todos, y en definitiva desde todos los micrófonos que les ponen a tiro, el Artur Mas y sus socios de Gobierno, no paran en su deriva independentista.
Y la iniciativa que han hecho pública hoy de ser la primera comunidad en tener su propio Gordo de Navidad, que se denominará «Grossa Cap d’Any» y se sorteará el 31 de diciembre, nos debe hacer conscientes a todos los españoles que no paran, no duermen, no comen ni beben, elucubrando ideas, propuestas y hasta chorradas, me imagino un infinito «brain-storming» de sus funcionarios enchufados, que les permitan el éxito, la financiación y los votos suficientes para su gran desatino político y social, el gran problema de España en la actualidad.
El que se vayan parece una muy arriesgada solución que ya ha comenzado a sonar en la sociedad española. Y si no fuera por el grave problema de sus rehenes, esos catalanes que quieren seguir siendo españoles y en definitiva se convertirían en las víctimas colaterales de los delirios secesionistas en caso de una península ibérica de tres países, hasta un servidor lo diría en voz alta: «El que no quiera estar tiene la puerta abierta».
Del delirio a la camisa de fuerza. Esa es la pedrea que ya tiene asegurada el Artur Mas. Claro que también puede hacer trampas, como parece que ya está habituado a hacer, y quedarse con el gordo. Porque sin presupuesto y con una ingeniería financiera propia de truhanes, el dinero de su gordo le vendrá muy bien.
Ese sorteo va a estar más amañado que los boletos de la tómbola de las ferias de pueblo. (Previa comisión del 3-6%, por supuesto).
Víctimas por partida doble #Catalanes
SO FAR