En su pueblo Tarrasa del que es que concejal, a Josep Rull muchos vecinos le llaman el pluriempleado desde antes que aceptara también suceder a Oriol Pujol, tras su dimisión forzada, en la dirección de Convergència Democràtica de Catalunya.
Joven e independentista catalán de derechas este ocupado ser de la política decidió ayer en su momento de gloria para los medios de comunicación convertirse también en mártir del falso derecho a decidir. Porque cobarde de miras, y temblorosas manos, acabó sus totalitos para las televisiones con el falso oximorón tan en voga para legión de progres de salón y un ámplio abanico de falsarios demócratas. Las manidas palabras de los últimos años sobre la democracia de los catalanes, su Parlamento autonómico y el Tribunal Constitucional con el remate de la necesidad, imperiosidad y justicia que les amparan por el derecho a decidir.
Tan pluriempleado por sus mentores, el nada honorable Jordi Pujol y el Presidente de los desatinos Artur Mas, Josep Rull no debía saber y si lo sabía es aún peor porque entra con todos los derechos en el oficio de traidor, que tras sus palabritas para los micros la ERC , y a bocajarro y con la pluma de Oriol Junqueras, publique en el Punt Avui un último órdago verbal: Que la ERC no piensa ceder ni un milímetro en la hoja de ruta soberanista que aspira a culminar el 9 de noviembre con la consulta tras una Diada masiva.
Un clarísimo corte de mangas al Tribunal Constitucional y por tanto al estado español, al que al de izquierdas y al otro de derechas paga por sus empleos.
Al menos se esclarece ya que la situación ha llegado al estado de laberinto que no señala el camino de vuelta. hagan juego por el falso derecho a decidir.